La familia Montaner estrenó el pasado 9 de noviembre su propio reality show para mostrar al mundo cómo es su vida, una decisión que le resultó difícil de digerir a Marlene Rodríguez, la esposa de Ricardo Montaner, pues se negaba a sacrificar parte de su privacidad, pero dejó todo en manos de Dios para que fuera él quien tomara la decisión.
Ellos han construido uno hermosa familia con sólidos valores, pero esta no es la única del cantautor venezolano, pues cuando tenía 18 años, tuvo una primera relación con la que formó a sus dos primeros hijos: Alejandro y Héctor. Pero ¿quién era su primera esposa y cómo fue su historia de amor?
El artista es un empedernido del amor, que aprovecha este sentimiento mágico para darle rienda suelta a sus letras. La primera musa en su vida fue Ana Rosa Vaz Pönicke. Ella lo enamoró a los 13 años, cuando apenas iba comenzando a vivir, Ricardo le compuso en una playa la primera canción: Noche de primavera.
Allí inició la relación que duró 16 años. Él y Ana esperaron a cumplir la mayoría de edad para formalizar su noviazgo, y se casaron en 1975 justo cuando su carrera como artista comenzó a despegar, pues a los 17 años ya había sido descubierto por quien se convirtió luego en su productor, Roberto Luti.
A los pocos meses de su boda, Ana le dio el mayor regalo a Montaner: su primer hijo, Alejandro, quien nació en mayo de 1976. “Con él conocí por primera vez esta sensación maravillosa de ser padre y este vicio incurable de amar a los hijos”, dijo el artista de 65 años, quien también es colombiano y dominicano.
Ana vivió todo el cambio brusco que sufrió la vida de ambos con el éxito que comenzó a cosechar el artista. Empezaron los conciertos, los viajes, las giras. También llegó su segundo hijo: Héctor. La presión creció cada día más en el matrimonio, y terminó por resquebrajarse cuando Ricardo fue contratado por la compañía discográfica venezolana Sonorodven en 1984.
En ese año conoció a su actual musa: Marlene Rodríguez, quien es la hija de Rodolfo Rodríguez presidente de la discográfica. Ella lo flechó porque “tenía el mismo ideal de familia”. Pero él seguía casado. Ana no soportó más y decidió terminar con 11 años de matrimonio y 16 de amores.
A pesar de que Marlene fue la tercera en discordia de la relación, Ana Rosa no guarda rencor en su corazón, y en cambio ejemplifica que se puede ser llegar a superar una ruptura y a amar a los de hijos de tu exesposo.
En declaraciones para el programa Minuto Argentina, ella contó: “Soy una mama muy orgullosa de mis hijos, a quienes amo profundamente, y que quiero mucho a los hijos de Ricardo y Marlene. Son hermanos de mis hijos, y son unos chicos amorosos. Conozco a Stefi y es una chica espectacular. Sé que van a ser muy felices y bendecidos en su vida.
Vaz es una mujer muy reservada con su vida privada, al punto que no se expone en las redes sociales o en eventos en el que pueden estar presentes sus hijos. Está en el completo anonimato.