A Aislinn Derbez no le interesa competir contra Paulina Burrola por la atención de su exesposo o de su hija. Al contrario, propicia una sana convivencia, que ve como algo absolutamente normal por lo que le tocó vivir en su propia infancia.
Esto va en contra de la narrativa impuesta por la sociedad en la que se enfrenta a las mujeres como rivales, fomentando estereotipos de que son problemáticas, hipócritas, celosas y rencorosas y que se alejan completamente de los conceptos de sororidad.
Es hora de dejar esos prejuicios que tenemos en torno a las mujeres, puesto que esas conductas tóxicas no son propias de un género sino de individuos y que, al menos en el hogar de la protagonista de La Casa de las Flores, no tienen cabida.
“Para nada (es incómodo que mi hija se relacione con la novia de su papá), todo ese rollo se me hace tan fácil, porque como yo lo viví”, expresó en una reciente edición de su podcast.
“Mis papás estuvieron juntos en sus 20, luego se separaron y los dos empezaron a tener hijos por su lado, mi mamá tuvo dos y mi papá tuvo tres hijos más con tres mujeres distintas, entonces, yo veía a las novias de mi papá, al esposo de mi mamá”, explicó.
“Yo estuve en esa situación, por eso, para mí es muy natural que mi hija conviva con la novia de su papá, me parece increíble”, dijo, dando lecciones de madurez y de una copaternidad sana envidiable.
Aislinn Derbez entiende cuál es su lugar y el de la nueva pareja de su ex, Paulina Burrola, quien no es una enemiga sino una persona que busca ayudar y apoyar a su hija en su crecimiento, por lo que no hay necesidad de generar conflictos dentro de la familia.
“Si yo llego a tener un hijo con otra pareja en el futuro, también lo voy a ver natural, hasta bonito, como que les da a los hijos mayor amplitud en su criterio”, finalizó.