Con la llegada de Kailani, hace cuatro años, Aislinn Derbez conoció el amor incondicional, pero también afloraron algunas inseguridades que agobian a muchas madres en el mundo y de las que se habla poco por resultar un tabú o miedo a ser señaladas, etiquetadas. Se trata de ser considerada una mala madre por querer disfrutar su tiempo como mujer.
Una vez más, la primogénita de Eugenio Derbez, usó su podcast La magia del caos, para exteriorizar sus temores y adicciones, que la hacen reflexionar a diario. En el episodio de este miércoles 8 de noviembre estuvo conversando con el actor Alejandro Speitzer sobre los temores, los defectos y cómo ha lidiado con la fama.
Instagram: su mayor adicción
Aislinn, de 36 años, confesó que puede pasar horas frente a la pantalla consumiendo contenido de Instagram. Terapeutas; gente con vidas divertidas, interesantes, profundas e inspiradoras y más, son las que se roban toda su atención, pues busca en las redes sociales la inspiración para hacer su programa cada semana. Esto la hace sentir culpable al final del día.
“Me pasa que me puedo clavar en el Instagram, ¡uy! me puedo perder ahí, se me pasa una hora pensando que fueron 10 minutos (…); Lo que más me duele es que Kailani me vea (…); Del exceso de trabajo pasé al celular y de ahí a las redes sociales”; confesó la actriz. Es por esto que se fijó un límite para poder disfrutar de su hija.
Su mayor inseguridad: ser una mala madre
Como muchas madres, Aislinn le teme mucho al qué dirán sobre cómo lleva su maternidad, a pesar de su gran seguridad que tiene como persona, pues señala que hace un gran trabajo cada día, pero estos comentarios negativos siempre la hacen mirar más profundo en ella.
“Son inseguridades que por dentro decimos: ‘Lo que más me dolería es que alguien pensó esto de mí, sobre todo cuando estoy echando tantas ganas a esto’ (…); Me parto la madre para tratar de ser la mejor mamá del mundo, estoy todo el tiempo viendo cómo puedo ser mejor mamá; pero sí hay una inseguridad ahí que, lamentablemente, creo compartimos todas las madres: de a veces sentirnos que no somos suficientemente buenas mamás. Entonces, sí hay una parte que dolería mucho que haya gente ahí afuera criticándome de ‘qué mala mamá eres’; ‘¿Cómo es que te vas de viaje sin ella? ; ¿Cómo la puedes dejar ahí tanto tiempo?”.
La actriz que interpreta a Elena De La Mora en La casa de las flores, afirma que hace un esfuerzo para que esas críticas le resbalen, pero no puede porque así se siente ella a veces: “sí son cosas que sientes tú, de repente esa inseguridad dentro de ti son un espejo, te están espejeando inseguridades que a ti misma en el inconsciente te da miedo ser o que a veces eres, pero que estás tratando de tapar lo más posible, y que cuando te tocan esos puntos con esos comentarios, ahí es cuando duele”.
El déficit que le trae problemas
Aislinn le contó a Alejandro que uno de sus grandes defectos es que es muy dispersa. Sin embargo, esto se debe a un déficit de atención que tiene y del que está consciente, pero le resulta muy difícil vivir con eso.
“Otro defecto enorme que tengo es que soy extremadamente dispersa y distraída a unos niveles no normales, tengo un poquito de déficit, no sé cómo se llama ese diagnóstico completo, pero es fuerte, no es normal. Mi Kai me dice: ‘Mami te quedaste como en pausa’ (…) A veces estoy pensado en tantas cosas a la vez que no sabes la cantidad de veces que he dejado con la mano estirada saludándome sin darme cuenta y luego dicen: ‘es la vieja más mamona, nefasta que conocí en mi vida’”, relato la estrella.