Gabriel Soto e Irina Baeva han estado en el ojo público las últimas semanas tras el rumor de una posible ruptura por la lejanía que han mantenido los últimos meses. El pasado 25 de octubre la actriz celebró sus 30 años desde Qatar y el gran ausente fue su pareja.
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Sin embargo, el galán de telenovelas ha compensado su ausencia y le organizó una velada romántica en su llegada a México y fue la misma Irina quien presumió sus regalos a través de su cuenta en Instagram.
Entre flores, globos y una rica cena, los artistas dejaron claro que siguen más enamorados que nunca a pesar de la distancia por sus agendas de trabajo. Y es que los prometidos han tenido que suspender su boda en varias oportunidades por temas laborales.
Gabriel Soto y su polémica historia de amor con Irina Baeva
Aunque en un principio solían gritar a los cuatro vientos su amor, ahora prefieren llevar bajo perfil su romance y guardarse sus declaraciones de amor para sus momentos en íntimo, tras los constantes señalamientos en los que han quedado envueltos.
El amor entre Irina y Gabriel nació en 2016 luego de protagonizar la telenovela ‘Vino el amor’ y compartir escenario en la obra teatral ‘Por qué los hombres aman a las cabronas’, en aquel entonces el actor aun estaba casado con Geraldine Bazán.
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Fue la misma Geraldine quien confirmaría la infidelidad de Gabriel con la rusa, luego de ser consultada si la sorpresiva separación era por causa de Baeva a lo que ella respondió con un “Sí, mucho hay de eso”.
A pesar de sus palabras, Baeva ha asegurado que su relación no nació durante su matrimonio.
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“A lo mejor fue precipitado, a lo mejor fue un error que pagué muy caro, que lo sigo haciendo al día de hoy. Lo hice por amor, me enamoré de un hombre que estaba separado, que si tenía una historia, un bagaje, que no estaba en mi cartulina a los 20 años pero, pero así pasó”, dijo.
En 2019 hicieron público su romance destilando miel en cada una de sus publicaciones y en 2020 anunciaron su compromiso, pero la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania y sus compromisos laborales no les ha permitido sellar su amor.
