La actriz Mila Kunis es reconocida y admirada en todo el mundo por el gran talento y carisma que ha derrochado en exitosas producciones para las pantallas como Black Swan o Luckiest Girl Alive.
No obstante, antes de saltar a la fama a los 14 años de edad, Kunis fue una niña migrante en los Estados Unidos, como muchas, que enfrentó diferentes dificultades y carencias durante su infancia.
- Te puede interesar: 4 películas en donde puedes ver a Mila Kunis, además de ‘Luckiest Girl Alive’
La dura infancia Mila Kunis antes de alcanzar la fama
Milena Márkovna Kunis nació el 14 de agosto de 1983 en Chernivtsi, una parte de la antigua Unión Soviética que ahora es Ucrania. En su niñez, la situación en su tierra era complicada.
“Toda mi familia estuvo en el Holocausto. Mis abuelos fallecieron y no muchos sobrevivieron”, contó en una entrevista al periódico británico The Sun hace varios años atrás.
“Después del Holocausto, en Rusia no se permitía ser religioso. Así que mis padres me criaron para saber que era judía. Sabes quién eres por dentro”, agregó.
“Cuando estaba en la escuela todavía veías carteles antisemitas”, dijo. Aparte, recordó la vez que una de sus amigas en segundo grado vino a casa un día llorando.
“Su madre preguntó por qué y ella dijo en la parte de atrás de su asiento había una esvástica. Este es un país que obviamente no te quiere”, concluyó.
Debido al odio y el caos político en ese tiempo, sus progenitores decidieron migrar cuando ella tenía 7 años. La familia tan solo tenía 250 dólares cuando aterrizaron en Nueva York en 1991.
A los días, se mudaron y radicaron en la ciudad de Los Ángeles. Sus padres, Mark y Elvira Kunis, tenían buenos trabajos en la extinta URSS y llevaban una buena vida de clase media.
Él era un ingeniero mecánico y ella trabajaba como profesora de física, pero cuando migraron sus estudios no pudieron validarse y no podían matricularse en una universidad con este fin.
El camino para esa vida mejor que los Kunis querían para sus hijos, Mila y Michael, fue muy difícil de recorrer. Los dos tuvieron que aceptar otros oficios para sustentar a su familia.
La actriz recordó al medio lo duro que sus padres debían trabajar para llegar a fin de mes. Su papá tuvo toda clase de trabajos, desde taxista hasta pintor, y su madre laboraba en una farmacia.
La difícil adaptación de Mila Kunis en Estados Unidos
Aparte de todo esto, la artista no se adaptó fácilmente a la vida en Norteamérica, pues no hablaba el idioma ni asimilaba la cultura estadounidense. A causa de esta situación, la niña solo podía llorar.
“Lloré todos los días. No entendía la cultura. No entendía a la gente”, contó. En una plática a Los Angeles Times, la luminaria profundizó más sobre sus memorias de esta difícil etapa de su vida.
“Bloqueé el segundo grado por completo. No lo recuerdo. Siempre hablo con mi mamá y mi abuela sobre eso. Era porque lloraba todos los días”, rememoró Kunis.
“Mi primera oración de mi ensayo para ingresar a la universidad fue como, ‘Imagina ser ciego y sordo a los siete años’. Y eso es lo que se siente al mudarse a los Estados Unidos”, dijo.
Sus comienzos en la actuación sin nada de dinero
Luego de un tiempo en la nación americana, Mila logró adaptarse y convertirse en una niña extrovertida y feliz. A los 9 años, preguntó a sus padres si podía inscribirse en clases de actuación.
“Mis padres querían que fuera y me mezclara con otros niños, pero la clase costaba 900 dólares. Mis padres tenían 2,400 dólares en la cuenta bancaria y no podíamos pagarlo”, expuso a The Telegraph.
“Pero mi madre sacó la chequera y firmó el cheque. Ella dijo: ‘No sé por qué estoy haciendo esto’ y se alejó. Le di el cheque al instructor”, relató.
En su primera clase, Kunis conoció a la mujer que se volvería su mánager. “Mis padres le dijeron: ‘Escucha, no podemos permitirnos fotos, no podemos permitirnos nada”, dijo a American Way.
“No podemos llevarla a las audiciones porque trabajamos a tiempo completo. Y no podemos hacer esto y no podemos hacer aquello”, reveló que dijeron a su representante.
“Por una razón u otra, siendo la mujer loca que es, dijo: ‘No te preocupes. Yo arreglaré todo’ y ella lo hizo. Acabé consiguiendo lo primero que busqué, que fue un comercial de Barbie”, señaló.
A partir de entonces, sus padres le dieron su apoyo con una condición. “Todo lo que mis padres dijeron fue: ‘Puedes hacer lo que quieras siempre y cuando obtengas A y sigas en la escuela”.
Mila rápidamente siguió encadenando papeles en comerciales de grandes marcas. “De los 9 a los 14 probablemente hice 20 comerciales”, contó en Interview.
No tardó mucho en pasar a las series de televisión. Finalmente, a los 14 años, saltó a la fama interpretando a Jackie Burkhart en That ‘70s Show, un rol que consiguió tras mentir sobre su edad.
“Les dije que iba a cumplir 18 años. ¡Pero no les dije cuándo cumpliría 18!”, reveló a People. Desde ese momento, Kunis despegó y no ha parado de trabajar en el medio, aunque tampoco ha sido fácil.
La vida actual de Mila Kunis
Actualmente, Mila Kunis tiene 39 años, una carrera sólida, amplio reconocimiento y una bella familia con su esposo, el actor Ashton Kutcher, a quien curiosamente conoció en That ‘70s Show.
Ahora, la artista afirma que ser hija de inmigrantes ucranianos pobres la ayudó a convertirse en una persona fuerte y sobrevivir en la cruenta industria hollywoodense.
“Mi padre siempre me dice que tengo buen aguante. Crecí en Los Ángeles, no crecí con dinero, ni siquiera era de clase media; éramos muy pobres y aprendes cómo funciona la vida muy rápido”, explicó a la revista Total Film.
La fuerza adquirida en sus primeros años de vida la llevó a alcanzar el éxito, pero cree que ha podido aferrarse a este porque no ha temido errar. “¿El mejor consejo que pueda dar? Que a veces está bien equivocarte. Debes arriesgar”, finalizó.