Anne Hathaway jamás podría imaginarse que la vida le cambiaría de una manera tan abrupta. Su ilusión era dedicarse en cuerpo y alma a Dios, pero una vuelta del destino la llevó al mundo del espectáculo y a reconsiderar sus creencias.
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Ganadora del Oscar, el Globo de Oro, el BAFTA y el SAG a la Mejor Actriz de Reparto por su interpretación en Los Miserables, se formó en una familia católica, donde la enseñaron a amar a Dios y a los 11 años tomar la decisión de irse a un convento para ser monja.
“Me criaron como católica. Cuando tenía 11 años, sentí que recibí un llamado de Dios para ser monja”, dijo Hathaway a la revista GQ.
Una confesión de su hermano la cambió
En una entrevista que le hizo el diario El Heraldo, Anne contó que a su familia la idea que ella tomara los hábitos no le parecía mal, pues sus padres y hermanos eran muy religiosos.
Sus padres, Gerald Hathaway y la actriz Kate McCauley, y sus dos hermanos nunca cuestionaron los valores que le inculcaron sus padres a todos.
Pero al cumplir 15 años, su hermano mayor Michael habló con la familia y les confesó que era homosexual.
Una noticia como esa en cualquier familia que profese la fe católica hace 30 años atrás, habría tomado la decisión de rechazarlo, pero los padres de la actriz de “El Diablo se Viste a la Moda”, hicieron lo contrario y decidieron apoyar a su hijo y arroparlo en el seno familiar.
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Cuenta Anne que cuando la congregación religiosa donde asistían se enteró de la situación, mostraron su total rechazo a Michael y a todo lo que tenía que ver con la comunidad LGBTTIQ+.
El rechazo hacia su hermano la hizo cambiar de opinión. “No podía apoyar una religión que no apoyaba a mi hermano”.
Anne desistió de la idea de ser monja y ahora “me llamo cristiana sin denominación, porque no he encontrado la religión para mí”.
Defensora de la inclusión
Toda la familia se decepcionó de los preceptos y valores del Vaticano y concluyeron que Dios no podría rechazar a uno de sus siervos de manera tan abrupta, por lo que decidieron alejarse de la congregación.
Desde ese momento la ganadora del Oscar, no sólo enfiló su carrera como actriz, sino que se ha convertido en una de las defensoras más fieles de los derechos LGBTTIQ+ y la inclusión de las personas a la sociedad.
Además, se ha posicionado públicamente a favor del matrimonio igualitario.