César Évora es uno de los rostros más conocidos de la televisión mexicana y es que su talento lo llevó a posicionarse como un actor listo para cualquier rol protagónico, sin embargo su éxito no llegó fácilmente, pues tuvo que atravesar muchas dificultades.
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El mismo intérprete relató que, desde su infancia, enfrentó momentos difíciles y es que, sus recuerdos de niño solo son junto a su madre, en su natal Cuba.
Su padre debió abandonar el país por conflictos políticos y esta situación lo marcó profundamente.
“Mi papá emigra por razones políticas más que nada y me cría mi abuelo. Crezco en la casa de mis abuelos maternos, hago mi vida en Lawton, es el mismo barrio de Celia Cruz, un barrio de pueblo”, reveló durante una entrevista en el programa De Primera Mano.
Sin embargo, Évora era un joven lleno de sueños e inició su carrera artística dentro de su país.
La Bella del Alhambra, Una novia para David y Un hombre de éxito, fueron algunas de las producciones en las que participó y esto sirvió como impulso para tomar el mayor de los riesgos.
César Évora fue en busca de sus sueños
Los sueños de César Évora eran en grande y, por eso, en 1980 decidió tomar una difícil decisión y fue cuando salió de Cuba hacia México, un destino al que se dirigió tan solo con 42 dólares y grandes aspiraciones.
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El talento del actor dio frutos y logró un contrato de seis años con Televisa, fue así como comenzó importantes proyectos que lo consolidaron como uno de los galanes más aclamados de la televisión.
“He trabajado como loco, me encanta trabajar. El público me ha bendecido mucho con mucho cariño, mucho respeto, eso no hay manera de agradecerlo. Nunca me importó ser el galán, siempre traté de hacer cosas opuestas por esto mismo. Soy un hombre de pueblo, de la calle”, reveló al artista sobre su trayectoria.