A menos de un día de lanzarse al mercado la nueva colección de camisetas, ropa interior y bodys de Kim Kardashian, sale a la luz una nueva demanda contra la socialité por uno de sus productos: “una faja arranca piel”.
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Pero esta no es la primera vez que las empresas de la diva están envueltas en escándalos.
En junio de este año, la señora de West se vio marcada por una querella judicial por derechos de autor de su recién lanzada marca de cuidados de la piel, SKKN BY KIM.
Una esteticista de Nueva York, Cydnie Lunsford, denunció que Kardashian plagió el nombre de su línea SKKN+.
Pero de inmediato, los abogados de la artista hicieron su trabajo e indicaron que Lunsford no había vendido productos con el nombre SKKN+ y, por lo tanto, todo seguiría su curso.
Al final Kardashian salió victoriosa, pues la Oficina de Patentes y Marcas Registradas (USPTO en inglés), alegó que la palabra “skkn” solo significa piel, así que cualquiera podía usarla.
Demanda por revelar secretos comerciales
Su extinta marca KKW Beauty, también sufrió problemas legales.
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En 2020, la firma Seed Beauty pidió a la justicia que la compañía de la artista de reality show no revelara sus secretos comerciales a la compañía Coty Inc, a quien Kardashian le había vendido el vendiera el 20% de KKW Beauty.
Una botella polémica
En 2018, la socialité lanzó su perfume envasado en una botella que llevaba su escultural silueta.
Pero, el parecido casi exacto con la de la fragancia ‘Classique’, de Jean Paul Gaultier no pasó desapercibido.
Como siempre, negó que haya plagiado, y la casa francesa no la vio como una competencia en el mercado, y aprovechó para publicitar de nuevo su popular perfume que lanzó en 1993.
¿Saldrá Kim airosa nuevamente de este enredo judicial?