A Salma Hayek y Keanu Reeves los une el hecho de que cumplen años el mismo día pero ¿te imaginas haberlos visto como una de las parejas más íconicas del cine?
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No parece nada descabellado pensar que Salma y Keanu estuvieron a punto de estar juntos ya que la mexicana había sido considerada para dar vida a Trinity en la saga The Matrix.
En 1999, The Matrix se convirtió en una de las películas más taquilleras de todos los tiempos por sus efectos visuales y arriesgada propuesta de una realidad alterna. Fue entonces cuando Keanu Reeves y Carrie-Ann Moss hicieron la mancuerna perfecta como Neo y Trinity, catapultándose a la cima.
Sin embargo, no siempre estuvo planeado así ya que había otros famosos en la lista, especialmente para el papel de Trinity. En aquel entonces Carrie-Ann era una desconocida que fue elegida como última opción pero terminó siendo un acierto.
Trinity es una programadora de computadoras y una hacker que ha escapado de la Matrix. Aunque de principio se plantea a Keanu Reeves como único protagonista, a medida que avanza la historia, pasa a ser una pieza clave en esta distopia, además de que se con vierte en el interés amoroso de Neo.
Salma Hayek fue una de las candidatas para el papel
En una ocasión, Hayek reveló a Entertainment Weekly que ella pudo haber interpretado a Trinity de no ser porque tuvo una de las peores audiciones de su carrera en Hollywood.
La mexicana ya estaba haciéndose de un nombre en Hollywood y tras su participación en la cinta Desesperado y From Dusk Till Dawn asumieron que podría con las escenas de acción. Por desgracia, Salma no aprobó la demandante prueba física que requería el icónico personaje.
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En una entrevista para Red Table Talk con Jada Pinkett Smith, la actriz reveló que quedó entre las cuatro finalistas en el proceso de casting.
“Eramos unas de los cuatro finalistas de The Matrix. Habíamos superado muchos obstáculos, pruebas de pantalla y muchas audiciones. De repente trajeron a estos coordinadores de acrobacias de Asia. Fue la prueba física. Soy flexible y ágil, pero soy floja, realmente nunca fui al gimnasio. Luego me dijeron: ‘¡Tienes que correr!’ y yo dije: ‘¿a dónde?’. Ni siquiera pude dar una vuelta por la habitación”, reveló.
Salma confesó que se desconcentró cuando Jada Pinkett Smith entró en la habitación, ya que también estaba haciendo casting.
“¡Aquí viene Jada, una máquina sexy, delgada y mezquina! ¡Ay Dios mío! ¡Ella era tan buena! ¡Fue tan embarazoso! Estaba tan en forma, estaba tan concentrada, tan disciplinada. Fue tan capaz, pero al mismo tiempo tan amable que solo la miré y pensé: ‘Eso es lo que quiero ser cuando sea mayor’”, agregó. “Cada vez que voy a tener un poco de acción, digo, no, será mejor que empiece con mi resistencia y practique las rutinas. ¡Tienes que ser como Jada!”
Al final, ni Salma ni Jada ganaron el papel sino Carrie-Anne Moss, quien logró una interpretación icónica. Y a diferencia de la mexicana, Pinkett Smith consiguió otro papel en la saga (Niobe).