Entre las películas que no solo han marcado la historia del cine sino también la vida de sus espectadores, sin lugar a dudas, destaca la cinta italiana La vida es bella.
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Estrenada en 1997, el dramático largometraje dirigido y protagonizado por Roberto Benigni cautivó a las audiencias con la historia del judío italiano Guido Orefice durante la Segunda Guerra Mundial.
En la trama, el carismático Guido vive feliz junto a su esposa Dora y su pequeño hijo Giosué a pesar de la guerra hasta que unos soldados fascistas se llevan a la familia a un campo de concentración.
A partir de entonces, el protagonista decide proteger a su retoño del horror que están viviendo haciéndole creer que están en un juego y el primero que acumule 1000 puntos ganará un tanque.
Detrás del simpático niño que se robó el corazón de medio mundo con su tierna sonrisa, su inocente ignorancia y su “Buongiorno principessa!”, estuvo el niño italiano Giorgio Cantarini.
Con apenas 5 años de edad, el menor debutó en la actuación dando vida a este adorable personaje. Gracias a su interpretación, maravilló a los espectadores con su talento y se grabó en sus memorias.
Desde entonces, han pasado 25 años en los que actor infantil, lógicamente, ha crecido.
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El cambio de Giosué, el niño de La vida es bella
En la actualidad, Giorgio Cantarini está convertido en un guapo y talentoso hombre de 30 años de edad que sigue desenvolviéndose a la industria del entretenimiento.
Tras su brillante arranque en la gran pantalla, la entonces novel estrella volvió a destacar con su actuación en otra película ganadora de grandes galardones: Gladiador (2000), recoge Imdb.
No obstante, tras encarnar al hijo de Russell Crowe en el filme de Ridley Scott y actuar en otros tres largometrajes, sus padres decidieron sacarlo del medio artístico.
“Mis padres querían que me dedicara primero a mis estudios y al deporte para poder llevar una vida normal porque continuar mi vida como actor significaba cambiar de ciudad, irme a Roma, dejar de ir a la escuela...”, confesó en entrevista al medio francés On se fait un ciné.
“Era muy demandado para espectáculos, comerciales, programas y mis padres me protegieron de eso y les estoy agradecido”, reconoció en la plática.
Años más tarde, una tarea en su escuela lo devolvió a la actuación. “Hasta los 18, quería ser futbolista. El cine era algo que me gustaba, pero podía haber terminado perfectamente en un terreno de juego”, contó a El Mundo.
“En el último año de instituto, me pidieron, para la asignatura de Griego, una representación libre. Decidí rodar un corto. Fue mi único 10 en Griego y me hizo pensar que el cine era un entorno en el que me sentía bien”, compartió.
Giorgio Cantarini y su regreso al mundo del espectáculo
“Después del instituto, siguiendo el consejo de Benigni, con el que siempre he estado en contacto y que todavía me invita a los estrenos o a tomar un helado, intenté entrar en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma. Me cogieron y conseguí mi diploma en el 2014″, añadió.
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Desde entonces, no ha dejado de actuar en obras teatrales, cortometrajes, cine independiente, entre otros proyectos de forma esporádica. Así como también trabajar en sus propios cortos.
“En los casting, los directores me conocían, pero se habían quedado con mi imagen de niño. Y yo intento evitar el mainstream y sólo me presentó a trabajos de calidad”, afirmó al medio español.
En la televisión, su última aparición fue como protagonista de la miniserie italiana Aus-Adopta un estudiante (2015). No obstante, hace meses estuvo en Alemania grabando la serie Flatmates.
Por otro lado, en el teatro, llevó a las tablas la obra El montaplatos de Harold Pinter. Mientras, en el cine, su más reciente papel lo tuvo en Lamborghini, the Legend, una cinta del reconocido Bobby Moresco.
“Ha sido bonito volver a rodar a lo grande”, expresó en 2019 sobre su participación en este filme que todavía no se ha estrenado.
Cabe destacar que, aunque ninguno de sus últimos proyectos ha tenido el peso de La vida es bella, el trabajo de Giorgio parece hacerle feliz. Asimismo, se ha confesado atraído a la dirección de cine y también a la labor de guionista.
De acuerdo a varios medios, la vida de este artista actualmente se divide entre Italia y Estados Unidos, en donde estudió en la New York Film Academy.
“Mi sueño es trabajar en Italia, en todos los continentes y en todos los países”, concluyó en su charla a El Mundo.
En cuanto a su vida personal, el actor mantenía una relación sentimental con la actriz italiana Marial Bajma-Riva; sin embargo, se desconoce si siguen juntos pues son bastante reservados.
Por otro lado, en su perfil en Instagram, de vez en cuando comparte vistazos de su día a día, actualiza sobre sus proyectos y presume su galanura a sus más de 40 mil seguidores.