Los influencers se han convertido en una pieza clave para vender prácticamente cualquier cosa, desde ropa y maquillaje hasta experiencias e ideologías. Sin embargo, parece que en esta era del social media, no hay suficientes filtros que definan quién debe (y merece) estar en la cima y quién no.
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Mientras por un lado tenemos figuras como Yuya que han trabajado arduamente por años para tener una buena imagen al tiempo que ofrecen contenido y productos de calidad, por otro tenemos influencers que por el simple hecho de subir un video haciendo cualquier cosa, a la hora más conveniente, son catapultados a la fama.
TikTok se ha convertido en una incubadora de creadores de contenido que se mueven únicamente por la sed por obtener likes y el dinero; influencers que no tienen ni idea de la responsabilidad que tienen frente a los usuarios.
Algunos de estos han arriesgado sus vidas y la de otros e incluso han recurrido a utilizar a sus hijos para conseguir números.
Casos como el de Carlos Feria han desatado gran controversia
El youtuber colombiano Carlos Feria ha estado envuelto en el escándalo desde hace varios años y es que es sabido que el “atractivo” de su contenido está en hacer bromas pesadas (y de mal gusto). Su esposa Adriana Valcárcel y su hija Salomé han sido los principales blancos de éstas.
Especialmente ha preocupado la forma en la que trata a la pequeña ya que en Twitter e Instagram se volvieron virales varios videos que recopilan los momentos en los que el influencer la humilla.
Salomé apenas tiene 4 años pero es evidente la incomodidad y molestia frente a las acciones de su padre.
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Feria ha hecho videos en los que le grita o simula que la va a abandonar en un centro comercial. También ha grabado momentos en los que finge lastimarse, le escupe agua en su boca o la presiona para hacer retos complicados.
La gota que derramó el vaso ocurrió recientemente, cuando circuló un video en el que aparecen haciendo gestos a la par de un audio mientras este la sujeta con fuerza. Aunque la discusión estalló entre si la estaba tocando indebidamente o no, es un hecho que la pequeña intenta apartar la mano de su cuerpo.
Fue el psicólogo Adrián Salama quien realizó un análisis del lenguage no verbal de la pequeña y reiteró que no hay por qué tocar a los niños de esa forma.
Ante esto y los señalamientos de los usuarios, Feria respondió en una grabación: “Ese video no es prueba de aboslutamente nada”.
En medio de la polémica, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) hizo algunas visitas al hogar y colegio de la pequeña sin embargo, concluyeron que no hay rastros de violencia psicológica ni física.
Por su parte, Adriana Valcárcel ha dicho que la situación “ha sido un error”: “Reconocemos que Carlos y yo cometimos un error grande al haber grabado las bromas con ella”.
Los peligros de exponer a los niños a las redes sociales
Los acosadores y los trolls del Internet están a la orden del día y pueden hacer mal uso del contenido que lleguen a compartir. Asimismo, la exposición tergiversa la forma de pensar de los pequeños que aún no han formado un criterio propio.
Si bien aparecer en videos de TikTok y ser una mini estrella de las redes sociales puede significar mera diversión para Salomé y otros mini influencers, los internautas debemos entender que los niños no son un espectáculo y mucho menos si su integridad está en juego.