La confirmación de la separación de Shakira y Gerard Piqué el pasado 4 de junio ha dado tela que cortar a los medios de comunicación en el mundo, especialmente a la prensa del corazón que no los deja de seguir en cada paso que dan.
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Pero la otra cara de esta ruptura es los hijos de la pareja, Milán y Sasha, que son los más afectados en esta situación, tanto que van a una pelea legal por su custodia.
De hecho Shakira y Piqué ya eligieron el bufete de abogados que lo representará a cada uno, la estrella colombiana estará con Pilar Mañe, mientras que el defensa del Futbol Club Barcelona, contará con los servicios de Tamborero Abogados, dos prestigiosos despachos de Barcelona.
Acuerdos rotos
Recientemente se conoció que entre la expareja había un acuerdo para que cada quien pueda estar con los niños, incluso para que los pequeños pasaran unas vacaciones en Miami, lejos del acoso de la prensa del corazón.
La idea de la interprete de “Te Felicito”, “Waka Waka” y “Me Enamoré”, era pasar una temporada en su mansión que está en North Bay Drive, Miami, valorada en más de 10 millones de dólares de 2 mil metros cuadrados, seis habitaciones, siete baños, gimnasio, cocina y una sala de juegos. Además de piscina, muelle privado y área de spa.
Pero todo el acuerdo se rompió tras Piqué estar sufriendo una depresión y por recomendación de su psiquiatra de que se refugiara en sus hijos para mejorar su salud mental.
Panorama complicado
Con el panorama ya complicado con el acoso de la prensa, los rumores de infidelidad del futbolista, se agrega la pelea legal por la custodia de los pequeños.
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Según La Vanguardia, Shakira ya había planificado irse de Barcelona a vivir con sus hijos a Miami, para llevar una vida más relajada y poder dedicarse de lleno a su carrera musical. También habían acordado que el astro del futbol podía visitar a sus hijos sin restricciones.
Aun cuando cada uno piensa distinto con respecto al futuro de Milán y Sasha, hay un solo punto en el que coinciden en que el bienestar de los menores es prioridad, por lo que no se descarta que en un par de semanas finalmente lleguen a un acuerdo.