Después de 4 años fuera de las pantallas, Ryan Gosling regresa con fuerza a la industria del cine, pues no solo impactó con su primera imagen convertido en Ken para la nueva película de Barbie, protagonizada por Margot Robbie, sino que también forma parte del elenco del thriller El agente invisible de Netflix.
Para Gosling el éxito en Hollywood ha sido constante, ya que logró cautivar al público en películas taquilleras como Diario de una pasión y La la land, sin embargo desde 2018 su rostro no ha aparecido en una nueva cinta.
Esto no implicó ninguna pérdida para el famoso y quedó confirmado cuando su imagen, convertido en Ken, generó emoción en millones de fanáticos en el mundo que, no solo lo admiran por ser uno de los galanes más cotizados, sino por la calidad actoral que posee en cada papel que interpreta.
Sin embargo, el trayecto para alcanzar toda la disciplina y talento que se requiere para llegar a los mejores papeles de Hollywood no fue nada corto, por el contrario Gosling debió atravesar varias etapas complejas de su vida para llegar a donde está.
Ryan Gosling mostró su rebeldía desde muy pequeño
Gosling nació en 1980 en Canadá dentro de una familia mormona completamente entregada a la religión, sin embargo, desde muy pequeño, notó que no se sentía identificado con las creencias.
“Nunca me sentí identificado con ella”, reveló el actor en una entrevista para The Guardian, sin embargo contó que aprendió varias cosas de asistir a la iglesia.
“Hay cosas buenas de ir a la iglesia. Ser mormón me ayudó a socializar desde pequeño”, explicó.
“Nos educaron mucho en la religión. Mi madre lo admite. Me suele decir, ‘Te crió una fanática religiosa’. Ahora ha cambiado, pero por aquel entonces, la religión formaba parte de todo. Lo que comían, cómo pensaban…”, relató.
Gosling se convirtió en un niño conflictivo y solía tener problemas en su escuela, pues los maestros lo describían como un chico poco responsable que no prestaba atención a las clases y que reprobaba constantemente.
El incidente más grave fue cuando llevó unos cuchillos de carne a la escuela y se los lanzó a otros niños, pues estaba influenciado en Rambo tras ver la cinta Acorralado.
“Me expulsaron. Mis padres estaban aterrorizados. Pensaron, ‘No podemos dejar que vea películas demasiado violentas”, dijo en otra entrevista.
Para Gosling, la infancia no fue grata, ya que no quería seguir figuras de autoridad. “Odiaba ser un niño. No me gustaba que me dijeran qué tenía que hacer. No me gustaba mi cuerpo, no me gustaba nada. Ser niño, jugar y todo eso me sacaba de quicio”.
Posteriormente, fue diagnosticado con déficit de atención y fue medicado.
Además, descubrió que el mundo artístico era su gran escape y fue así como a los 12 años hizo un casting y se convirtió en chivo Disney, donde marcó el inicio de su carrera.