Para ninguna mujer es fácil asumir que un juzgado no le permita ver a su hijo, o que las visitas sean como lo decida el padre. Es la situación que vive actualmente Ninel Conde con su pequeño Emmmanuel.
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La custodia de su hijo menor fue otorgada a su padre Giovanni Medina; razón por la cual debe acudir a casa de su expareja sentimental para poder ver al niño cada 15 días, tal como determinó la corte mexicana.
La cantante denunció públicamente que, por órdenes del empresario, no le habían permitido acceder al inmueble para tener la reunión con el pequeño.
Como una leona defendiendo a su cachorro, decidió solicitar legalmente que los encuentros con su pequeño sean en un lugar parcial para evitar que se le negara verlo.
“Estoy luchando porque se cambie, a lo mejor, la estrategia y podamos avanzar. Porque así solamente se ejerce cierta violencia, que se llama violencia vicaria, de pronto se presta; podría ser, no lo sé”, dijo Ninel al programa Ventaneando.
“Así que mejor el día que se pueda llevar a cabo el CECOFAM (Centro de Convivencia Familiar Supervisada), que el juez nos haga el favor de que se puedan llevar ahí o en un parque o en un lugar imparcial, seré la más feliz y la primera que estar ahí. Mientras tanto, no se va a seguir dando esta situación”, advirtió.
Cansada de excusas
La intérprete de Todo conmigo tomó esta fuerte decisión de no ver a su hijo porque está cansada de las excusas del padre para evitar, por todos los medios, que ella no se reúna con Emmanuel.
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“La última vez que se suponía que tocaba la convivencia no me presenté porque nosotros metimos un escrito al juzgado solicitando que se hicieran las convivencias en un lugar imparcial; en el cual, el padre de mi hijo no tuviera la decisión si me dejaba entrar o no. Porque la actuaria no da la autorización de acceso, sino que el propietario de la unidad es el que da el acceso”, explicó.
No ver a Emmanuel es muy difícil
Confesó que es muy difícil estar alejada de Emmanuel, pero urge tener las condiciones adecuadas para estar a su lado.
“¿Me duele no ver a mi hijo? Claro que me duele, lo extraño horrible; pero llevo dos años y medio mendigando algo que me corresponde, que es mi derecho”, enfatizó.
Insistió que no se va a seguir prestando para presentarse en el domicilio de su expareja, “donde aparentan que llego tarde, que no voy, que sí”.
“Hacen toda una historia, una realidad que no tengo tiempo de estar aclarando porque estoy dedicada a mi trabajo, dedicada a producir, a crear; lo que llevo haciendo 25 años”.
Dijo que se sentiría “feliz que pudiera ser mi casa, vivimos a dos cuadras. Sería la más feliz; el día que me dijeran estaría ahí feliz y puntual”.