Cuando se estrenó en 1999, la telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea no solo cautivó al público de principio a fin con la enrevesada historia de amor de Beatriz Pinzón y su jefe, Armando Mendoza.
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También conquistó con los romances que se desarrollaron a la par. Desde el affaire entre Nicolás Mora y Patricia Fernández, hasta el idilio de Freddy Stewart Contreras y Aura María Fuentes.
Sin embargo, durante el rodaje de esta historia de Fernando Gaitán el amor no solo surgió en escena, también detrás de cámaras entre varios de los involucrados en la producción de RCN.
Así lo reconoció la actriz colombiana Natalia Ramírez, quien antagonizó el melodrama en la piel de la ejecutiva Marcela Valencia, en una entrevista con el periodista Carlos Ochoa el año pasado.
Los romances que se fraguaron mientras se filmaba Betty, la fea
Durante una transmisión en vivo publicada en YouTube, el comunicador aseguró que hubo “muchos amores” cuando la novela se grababa y cuestionó a la intérprete si había sido testigo de algunos.
Ante esto, Ramírez recordó uno que le constaba: el que protagonizó la actriz Lorna Cepeda (Patricia Fernández) en la vida real con su ahora exesposo y exmánager, Eduardo Paz.
“El de (Cepeda y Paz) sí me consta porque además Eduardo era mi agente también”, explicó sobre el idilio que terminó en una boda a la que asistieron varios actores de Betty, la fea.
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Durante la plática, Natalia también habló del romance que nació entre la protagonista, Ana María Orozco, y un fotógrafo llamado Pedro Franco cuando finalizaban las grabaciones en 2001.
“A Pedro sí (lo conocí). Eso fue ya al final de Betty… cuando Ana María se enamoró de Pedro. Luego, ellos estuvieron viajando un montón de tiempo”, recordó tras ser preguntada al respecto.
Asimismo, Natalia comentó que no solo se vivieron amores durante la filmación, también se vivió una ruptura en el set: la de Orozco con su entonces esposo Julián Arango (Hugo Lombardi).
“La ruptura de Julián y Ana María no se tocó. Ellos lo trataron muy bien porque además lo manejaron muy bien. Lo que pasa es que uno, obviamente, se empieza a dar cuenta…”, dijo.
“Como estuvimos tanto tiempo y nos tocó, realmente, el divorcio, todos nos dimos cuenta. Pero todo superprofesional, ellos entraban a escena y eran Hugo Lombardi y Betty”, aseveró.“Ahí no estaban Julián ni Ana María”.
Además, la estrella develó que Gaitán, quien murió en 2019, quitó del libreto varias escenas que los actores tenían juntos y no afectaban el curso de la historia para no incomodarlos ni al resto del elenco.
Fernando Gaitán también vivió su idilio durante el rodaje de la novela
Por otro lado, aunque Natalia Ramírez no lo mencionó, otro romance que se fraguó durante las grabaciones de Betty, la fea fue el que existió entre el libretista y Marcela Posada (Sandra Patiño).
Así lo confirmó Posada en un Instagram Live organizado el año pasado por Jorge Enrique Abello (Armando Mendoza) en donde se reunieron las actrices que formaron parte del “Cuartel de las feas”.
De acuerdo a la artista, Fernando Gaitán fue “su traga eterna”, pese a que el noviazgo que comenzaron a inicios del rodaje de la telenovela tan solo se extendió durante 8 meses.
Igualmente, la eterna “Jirafa” de Yo soy Betty, la fea señaló que el amor entre ellos se acabó debido a que tenían estilos de vida y personalidades muy distintas.
“Lo que pasa es que yo soy una bola y él era de trasnochar…”, confesó. “A él le gustaba tomar, le gustaba trasnochar y yo soy una bola, entonces eso no prosperó”, apuntó.
La actriz aparte agregó que el guionista nunca quiso hacer pública su relación. Además, a ella se le hacía difícil manejar las pretendientes que él tenía en aquella época.
“Era muy difícil lidiar con tanta mujer detrás de él. Yo creo que él nunca se enamoró de mí. Entonces, eso finalmente terminó, pero seguimos siendo amigos”, concluyó.