Tras bambalinas y en la distancia protocolar, así fue la aparición del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle en las celebraciones del Jubileo de Platino de la reina Isabel II.
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En la misa de Acción de Gracias que se realizó en la Iglesia de San Pablo en honor a la monarca, quien no estuvo presente por tener algunos malestares, los Duques de Sussex acompañaron a la familia real.
Harry y Meghan llegaron al templo en un coche oficial, a diferencia de otros familiares de Isabel II que tampoco representan a la Corona como los hijos y nietos de la princesa Margarita o Zara Tindall y su marido que han llegado juntos en un minibús, reseñó Vanity Fair.
El público recibió a la pareja entre ovaciones y abucheos cuando arribaron a la catedral en una segunda tanda de invitados compuesta por la princesa Ana y su marido, los condes de Wessex y sus hijos, y las princesas Beatriz y Eugenia de York con sus maridos.
Meghan lució un vestido de Dior
Meghan Markle lució un abrigo-vestido y un sombrero de color blanco, mientras que el príncipe Harry llevaba algunas de sus medallas, entre ellas las del Jubileo de Platino de su abuela.
El abrigo de Meghan es un diseño de alta costura de Dior de la colección primavera-verano 2022 y ocultaba debajo una falda de lana y seda y una camisa de organza de la misma marca y colección.
También de Dior son sus guantes, los zapatos y su sombrero, diseñado por Stephen Jones.
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No hubo cercanía entre los hermanos
En la última tanda de “royals” formada por el núcleo duro de la familia real británica: el príncipe Guillermo y Kate Middleton, y el príncipe Carlos y Camilla.
Ya dentro del templo los Duques de Sussex se han sentado en la segunda fila del lado izquierdo, entre Jack Brooksbank, marido de Eugenia de York, y lady Sarah Chatto, hija de la princesa Margarita, reseñó la revista Hola.
Delante estaban sentados los condes de Wessex y los duques de Gloucester, mientras que los duques de Cambridge, el príncipe Carlos y Camilla, y la princesa Ana han ocupado la fila presidencial en el lado contrario de la catedral.
También cambiaron las cosas al salir del templo, ya Harry y Meghan no se colocaron en la tercera línea, solamente después de los Cambridge y el Príncipe de Gales y su esposa, sino que formaron parte del resto de la familia.
Esperaron su turno detrás de Zara y Mike Tindall, así como Peter Phillips que iba con su padre. Por detrás de ellos, Sarah Chatto y su marido, caminaban ceremonialmente.