Pese a haber sido rechazada ampliamente, J.K. Rowling no cambia su polémica postura. La autora de Harry Potter habló en sus redes sociales sobre el altercado que ocurrió este pasado domingo en Mánchester cuando unos activistas trans impidieron que se celebrara una charla acerca de los derechos de la mujer frente a la estatua de Emmeline Pankhurst, una de las principales figuras del movimiento sufragista, en la plaza St. Peter’s Square.
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“Nunca esperé que el lado correcto de la historia incluiría a tanta gente con máscaras intimidando y agrediendo a mujeres, ¿verdad?”, escribió en Twitter.
Además, la escritora continuó sus comentarios irónicos, señalando que el acto habría sido “un autogol” del mismo movimiento de derechos de las personas transgénero: “No hay conflicto entre los derechos de las mujeres y nuestra ideología. Para demostrarlo, nos hemos vestido como ninjas para bloquear el acceso público a la estatua de una sufragista. Estamos confiados de que esto ha hecho maravillas por nuestra causa y definitivamente no es un autogol involuntariamente hilarante”.
Rowling y su postura anti-trans
Twitter ha sido la plataforma por excelencia que la autora ha utilizado en los últimos años para dejar clara su postura acerca de la inclusión de las mujeres trans en el movimiento feminista, reivindicando el sexo biológico como la única manera de determinar el género de una persona, lo que la ha llevado a ser “victima de la cultura de cancelación”.
La activista de 56 años también ha criticado en términos muy duros las legislaciones que permiten a una persona cambiar su género a nivel legal sin someterse a una cirugía de reasignación o sin seguir una terapia hormonal, causando rechazo por gran parte de su audiencia, muchos de ellos miembros de la comunidad trans, así como también de grandes personalidades del mundo del entretenimiento.
