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Lecciones de vida que aprendimos en ‘Comer, rezar, amar’

La cinta deja grandes reflexiones al contar la historia de una mujer que recorrió el mundo en busca de su paz interior

Julia Roberts le dio vida a la historia de Elizabeth Gilbert. Foto: Instagram

Julia Roberts suele protagonizar películas con grandes reflexiones y lecciones de vida como lo es ‘Comer, rezar, amar’.

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La cinta estrenada en 2010 cuenta la vida de Elizabeth Gilbert (Julia Roberts), quien creía tener todo lo que quería en la vida como casarse, tener una casa propia, y una carrera profesional.

Sin embargo, un día se golpea con su realidad, al sentirse vacía y comienza un viaje durante un año por Italia, India e Indonesia con el fin de reencontrarse a sí misma y de esa forma sentirse plena otra vez.

Lecciones de vida que deja ‘Comer, rezar, amar’

Gracias a su recorrido Elizabeth aprender a ser más fuerte y segura de sí misma.

Sonríe, siempre sonríe

Su viaje a la India nos enseña que trabajar lo espiritual y a hacer las cosas desde el corazón.

“Sonríe con tu cara, con tu mente y hasta con el hígado”, le enseñó un hombre.

La paz solo está en ti mismo

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Cuando Gilbert decide emprender su viaje lo hace desde sus inseguridades pero en el camino logra reencontrarse y darse cuenta que al controlar su mente puede encontrar su verdadera paz.

No temas al cambio

La mujer se da cuenta que su vida planificada y perfecta no era lo que esperara y para ello decide dar un giro a pesar del miedo que le tenía a los cambios.

Aprende a soltar

El amor nunca debe ser un impedimento para buscar la felicidad y por mucho apego y costumbre que haya, se debe soltar para poder avanzar.

Disfruta de la vida sin importar los estereotipos o remordimientos

Los estereotipos, remordimientos y el qué dirán suelen crear barreras en las personas llevando a sentirse oprimidos y sin opciones para disfrutar la vida.

Gilbert se despoja de cada uno de ellos, para comenzar a vivir, disfrutar y ser feliz.

Aprende a perdonarte

Nunca esperar que alguien te perdone, sin haberte perdonado tu misma. La prioridad siempre serás tú.

El principal amor es el propio

El amor, equilibrio, la paz y felicidad siempre empieza desde uno mismo. Si no te amas, no podrás amar a alguien más.

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