Quizá compartir apellido con alguien importante puede ser útil para conseguir ciertos privilegios, especialmente en una industria como la de Hollywood en la que todo se trata de hacerte de un prestigio.
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Nadie puede negar que el mundo se mueve por palancas pero la industria también está llena de trabas y así como puede ayudar, también puede ser muy cruel cuando uno intenta brillar por cuenta propia.
Es por esto que algunas celebridades han luchado por demostrar que son mucho más que un apellido y que pueden brillar por cuenta propia.
Emma Roberts y Julia Roberts
Julia Roberts es definitivamente una de las figuras más queridas y respetadas de Hollywood, con una carrera impecable que la mantenido en la cima por años. Pero algo que no muchos saben es que es tía de uno de los íconos de la televisión millennial: Emma Roberts.
Que su relación familiar no sea lo primero que viene a la mente colectiva significa que Emma ha hecho un buen trabajo al abrir su propio camino. La actriz tuvo su gran oportunidad en 2004 al protagonizar la serie de Nickelodeon, Unfabulous and More. De ahí llegaron otros proyectos como Nancy Drew (2007), Wild Child (2008) y Hotel for Dogs (2009).
Conforme fue creciendo obtuvo papeles más maduros hasta que finalmente llegó a las plataformas de streaming más importantes con Scream Queens, de 2015 a 2016 y la serie antológica de terror American Horror Story, durante cinco temporadas.
Miley Cyrus y Billy Ray Cyrus
Billy Ray Cyrus ha sido uno de los íconos de la música country, con 12 álbumes de estudio y 44 sencillos. La canción Achy Breaky Heart», se convirtió en el primer sencillo en alcanzar el nivel de triple platino y uno de los más vendidos a principios de los noventa. También ha ocupado los primeros lugares en Billboard Country Songs durante semanas consecutivas.
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Pero el éxito de Billy Ray no fue una barrera para que Miley hiciera una carrera completamente aparte. Aunque de pequeña era “la adorable hija de Billy”, siempre ha destacado por su talento, siendo Hannah Montana su gran oportunidad para catapultarse a la cima. Aunque curiosamente compartieron créditos en pantalla, Miley era la protagonista absoluta. La música ha sido su mayor pasión, abarcando diversos estilos, desde pop y country pop hasta hip hop, experimental y rock.
Zoë Kravitz y Lenny Kravitz
El apellido Kravitz es inconfundible y es imposible no pensar en una familia que desborda talento. Si bien Lenny Kravitz ha tenido una trayectoria muy amplia como compositor, multiinstrumentista y productor, su el nombre de su hija, Zoë Kravitz, también ha acaparado los titulares.
La actriz tuvo una merecida oportunidad para interpretar a la caótica Catwoman en la nueva cinta The Batman.
Zoë heredó un gran talento de ambas partes. Es la cara de la casa de moda francesa Saint Laurent, tiene una banda llamada LOLAWOLF y está está trabajando en un álbum en solitario con el colaborador de Taylor Swift, Jack Antonoff. Aunque ella siempre ha sido muy discreta respecto a lo que está haciendo y los proyectos que va sumando, el mundo la reconoce sin ligarla a la fama de su padre.
Lily Collins y Phil Collins
Phil Collins es uno de los cantantes, compositores, productores y músicos más importantes de la industria. Ha destacado por su trabajo como solista pero también con la banda Génesis. En los setenta y ochenta lideró los Billboard Top 100 y fue nombrado teniente de la Real Orden Victoriana (LVO). A lo largo de su carrera ha sido acreedor de siete Premios Grammy, cinco Premios Brit, un Premio de la Academia y dos Globo de Oro por su trabajo en bandas sonoras.
Pero lo que haya hecho su padre no tiene nada que ver con lo que Lily Collins ha logrado por cuenta propia. Resulta extraño que alguien la relaciones al cantante pues se desempeñan de forma totalmente independiente.
Lily debutó en el cine con la película The Blind Side, del 2009, al lado de Sandra Bullock. También ha estado en proyectos como Mirror Mirror (2012) y Rules Don’t Apply (2016), que le valió una nominación a los Golden Globes. Su protagónico en Emily in Paris, de Netflix, la llevó a ser nuevamente nominada a los Globo de Oro de 2020.