Georgina Rodríguez cada vez se hace más famosa tras su documental ‘Soy Georgina’ donde ha contado gran parte de su vida privada.
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Desde que saltó a la fama hace seis años no ha parado de dar de que hablar con su buen gusto por la moda y belleza.
La pareja de Cristiano Ronaldo derrocha estilo y glamour con cada uno de sus atuendos y cuida su imagen al máximo.
La transformación de Georgina Rodríguez
Desde que inició su relación con el futbolista ha estado en la mira de la prensa de espectáculos y del público en general, sobre todo ahora que está embarazada de mellizos.
Sus más de 36 millones de seguidores en Instagram demuestran su gran popularidad. En sus redes suele presumir sus lujos y su belleza.
Rodríguez es considerada una de las mujeres más bellas de la farándula.
Aunque la diva tiene una belleza natural, muchos aseguran que se ha sometido a algunos retoques para lucir aún más despampanante.
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En el programa español ‘Viva la vida’ de España analizaron el antes y después de la argentina haciendo públicos sus cambios en el rostro y cuerpo.
Estos son algunos de los que detallaron:
- Rinoplastia: Su cambio más notorio es su nariz tras dos cirugías que se ha realizado en los años 2016 y 2019.
- Óvalo facial: hace unos años atrás su cara era más redonda y ahora está más marcada.
- Pómulos: sus pómulos lucen más acentuados lo que le garantiza una cara más afinada y estilizada, no tan redonda.
- Labios: ahora son más carnosas y gruesos, antes eran más delgados.
- Microblading: para potenciar la mirada, es un retoque en las cejas.
- Sonrisa: en 2016 llevaba una ortodoncia invisible y ahora luce una sonrisa más perfilada y blanqueada.
- Marcación mandibular: con este procedimiento se consigue afinar la cara, aumentando la mandíbula.
- Pecho: el aumento se consigue a través de una mastoplastia.
- Trasero: Aunque no se sabe si se debe a ejercicios o al bisturí sus glúteos ahora lucen más pronunciados y firmes.
Estos cambios son confirmados por las postales de hace algunos años publicadas por la misma Georgina.
En aquellos tiempos cuando se desempeñaba como vendedora en una tienda Gucci de España lucía mucho más natural y, lógicamente también, más aniñada.
Lo que si no dejaba de resaltar era su buen gusto por la moda y las firmas de lujo. De hecho, ya por aquel entonces lucía bolsos de la marca Prada o botas de agua ‘Hunter’.
