La figura de Maribel Guardia luce radiante a sus 62 años, por lo que a simple vista es imposible saber que padece una extraña enfermedad desde su nacimiento, algo que recién reveló ante los medios de comunicación.
“Soy disautónoma de toda la vida”, contó Guardia. “Nací con ella. Me di cuenta porque siempre que hacía ejercicios, como tomaba agua, primero me sentía media contentona, como si estuviera medio drogada y luego, bolas periquín al suelo, perdía el conocimiento (y me desmayaba)”.
“Y cuando iba a aerobics, en aquella época, todas iban a la izquierda y yo a la derecha. Toda perdida”, explicó. “Hasta que me hicieron unos exámenes”.
¿Qué es la disautonomía?
Allí fue cuando la actriz mexicana se dio cuenta que sufría disautonomía, que “es un problema de los vasos delatores que no oxigenan bien el cerebro”, según explicó, por lo que ha tenido que llevar algunos cuidados especiales para controlar los niveles de sodio y lidiar con la enfermedad.
“Por eso no tomo agua, porque el agua me deslava totalmente el sodio del cuerpo y pierdo el conocimiento”, comentó. “Entonces, en el día tomó mucho refresco para deportistas”.
“En la noche puedo tomar agua. Se me baja la presión; soy de presión muy baja”, añadió. “Tomando refrescos para deportistas la libro. Puedo tomar mucha sal. La sal está mal para mucha gente, pero para mí es buena. Como muchos cacahuates y cosas que contengan mucha sal, porque me mantienen el sodio alto”.
La disautonomía es un desorden que se produce en el sistema nervioso autónomo, el cual a través de los sistemas simpático y parasimpático se encarga de regular tareas básicas de nuestro organismo; tales como la respiración, el ritmo cardíaco o la digestión, solo por nombrar algunas. Es por esta razón que la disautonomía y sus síntomas se pueden presentar de manera local o generalizada.
Yuri también la sufre
Guardia contó que se enteró que la cantante Yuri sufre el mismo padecimiento y se comunicó con ella.
“Le hablé a Yuri. Porque le digo ‘oye amiga ¿cómo es eso que te estás muriendo?’. ‘Yo la libro, pero no me estoy muriendo’. Me dijo que la de ella es diferente”, comentó.
“La de Yuri es peor porque la mía me baja la presión y a Yuri se le sube la presión al cielo; entonces, de la nada, de estar acostada, se le puede subir la presión altísimo y eso sí es muy peligroso. La mía es baja, por eso pierdo el conocimiento”, finalizó.