Antes de convertirse en uno de los actores mexicanos más solicitados del continente, Mauricio Ochmann atravesó una dura juventud que lo llevó a padecer de adicciones más adelante.
De hecho, tuvo que pedir ayuda e internarse en una clínica de rehabilitación para poder dejar atrás esos demonios de su pasado que lo llevaban a abusar del alcohol.
En entrevistas anteriores, el artista aseveró que todo parte de sus primeros años de vida porque nació en Washington pero fue dado en adopción por su madre biológica cuando era un bebé.
Allí, una pareja mexicana lo acogió pero año y medio después sus padres se separaron y Mau terminó viviendo en México con su mamá. Su madre volvió a casarse y de ahí fue que heredó el apellido Ochmann, pues antes era Sánchez.
La inestabilidad familiar, sus procesos de adopción, el bullying escolar y rechazo social lo llevaron a padecer de alcoholismo, algo que se alegra de dejar en el pasado.
El poderoso impacto que tuvo la paternidad en la vida de Mauricio Ochmann
En este sentido, el protagonista de El Señor de los Cielos afirmó que uno de sus mayores impulsos para cambiar fue la paternidad, en la que se estrenó a los 27 años con su hija Lorenza.
“Cuando fui papá a mí sí me revolucionó, o sea, yo sí, yo dije: ‘a ver espera, yo tengo que hacer ciertos cambios en mi ida, porque quiero ser un papá presente’”, expresó para el programa Hoy.
“Modifiqué y fui cambiando, para mí Lorenza ha sido una maestra, ella me ha enseñado a ser papá y hacer las paces conmigo mismo y con mi pasado”, confesó, de acuerdo con Infobae.
Esto, aun más, luego que Ochmann se casara con Aislinn Derbez y trajeran al mundo a su pequeña Kailani, de 4 años actualmente, que le ha dado el impulso para reponerse ante lo peor.