Un divorcio no siempre tiene que terminar con escándalos y enemistad con quien un día fue un gran amor, así lo ha probado Megan Fox quién firmó su separación con su ex Brian Austin Green.
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Con 10 años de casados y tres hijos: Noah Shannon, de nueve años, Bodhi Ransom, de siete, y Journey River, de cinco, finalmente oficializaron su divorcio tras más de un año de haber terminado.
La información confirmada por el TMZ le abre paso a la actriz a llegar al altar con su actual novio Machine Gun Kelly, con quien se comprometió en enero.
Las lecciones que deja el divorcio de Megan Fox
A diferencia de algunos divorcios entre celebridades que terminan en escándalos y conflictos legales, Megan y Brian demostraron con madurez que se puede terminar un matrimonio sin necesidad de caer en insultos y agresiones.
Ambos llegaron a un acuerdo de compartir la custodia de sus tres hijos. También repartirán al 50 % los bienes que adquirieron durante su matrimonio pues habían firmado un acuerdo prenupcial antes de casarse en el 2010.
En los documentos presentados para disolver la unión legalmente no está estipulado el resto de detalles financieros, como la manutención de los hijos o la posibilidad de que uno de los dos perciba una pensión del otro.
Al igual que Megan Brian ha pasado la página y mantiene una relación con la bailarina profesional de Dancing With The Stars Sharna Burgess.
A pesar de sus diferencias como pareja el actor ha dejado claro que ninguno de los dos busca atacarse, sino todo lo contrario trabajan en conjunto por el bienestar de sus hijos.
“Para las personas que necesitan o desean una aclaración, Megan y yo nos llevamos muy bien. Ninguno de nosotros se envía comentarios insignificantes el uno al otro. Ambos trabajamos muy duro para llevarnos bien y ser buenos padres para nuestros hijos”, aclaró.
— Brian Austin Green