En la piel de Marcela Valencia, la icónica antagonista de la telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea, la actriz Natalia Ramírez tuvo el desafío de encabezar toda clase de escenas.
PUBLICIDAD
No obstante, en los más de 150 episodios de la historia escrita por Fernando Gaitán, hay una secuencia en especial que marcó para siempre a la intérprete desde el día en que la grabó.
La escena de Betty, la fea que marcó a Natalia Ramírez
En una visita al programa La Movida, la histrionisa compartió que, de sus muchas escenas filmadas para el melodrama, la que nunca olvida es esa cuando Marcela decide renunciar a Armando ante Betty.
“Tengo varias (secuencias que se grabaron en mi corazón), pero hubo una que Fernando me escribió de despedida del personaje que es una escena que dura casi 14 minutos y es cuando Marcela le entrega Armando a Betty”, develó.
Los televidentes recordarán este momento como si lo hubieran transmitido ayer pues se trata de uno de los instantes más emotivos y decisivos en la telenovela más exitosa de la historia.
El evento ocurrió en la etapa cumbre de la historia cuando la accionista de Ecomoda se reúne con la cambiada Betty en las oficinas de la empresa para que “escuche una historia”.
Dicho relato no es más que la narración de los sucesos que la llevaron a entender que su prometido amaba a la economista; así como también a aceptar que lo mejor era dejarlo ir para siempre.
PUBLICIDAD
Así renunció Marcela a don Armando en Betty, la fea
En la escena, la celosa y controladora Marcela se muestra vulnerable mientras abre su corazón en un extenso monólogo que lleva a la protagonista a replantearse todos los planes que tenía.
“Es una historia donde usted fue la protagonista, pero que desconoce. Una historia que pasó en el lapso de tiempo cuando se fue de Ecomoda y regresó de Cartagena”, comienza.
“Empezó cuando usted me entregó la bolsa negra con todos recuerdos de Armando. Tan sorprendente y dolorosa fue esa carta para usted como para mí, tanto que yo perdí el control”, dijo haciendo referencia a la carta con la que Betty se enteró del engaño de su jefe y amante.
“Estaba ofendida por la falta de escrúpulos, por la aventura que había tenido con usted. Para mí era claro que todo se trataba de un juego (…) y cuando lo enfrenté, él me dijo algo que no creía y que para mí fue difícil de asimilar: estaba perdidamente enamorado de usted”, reveló.
“En medio de ese juego, había quedado atrapado y que la amaba y estaba dispuesto a enfrentarlo todo y a todos, pero usted ya no estaba, se había ido herida, ni siquiera sabía dónde localizarla”, le aseveró.
Con una Beatriz completamente absorta, la antipática hermana de Daniel Valencia prosiguió contando: “En ese momento él se enloqueció, lo único que quería era morir y ser castigado, tanto que me tocó ir a rescatarlo a un bar en donde prácticamente lo estaban matando”.
Valencia admitió que, tras rescatar a su amado, lo llevó hasta su hogar, curó sus heridas y creyó que podría reconquistarlo, pero sus intentos fueron en vano. Él solo pensaba en Betty.
“Yo amo a Armando Mendoza, pero también entiendo que el amor no puede ser egoísta”
“Ese momento comprendí que lo había perdido desde hace mucho tiempo. Desde que había estado con esa mujer, no tenía nada que hacer y me obsesioné tratando de encontrarla, pero jamás pensé que la mujer que lo había apartado de mi lado era usted”, aceptó conmovida.
Marcela no permitió a la hija de don Hermes decir ni una palabra, dejándole claro que no tenía ningún interés en conocer su versión de lo acontecido, sino que supiera la versión de ella.
“Me costó mucho aceptar que había perdido a Armando por usted”, reconoció antes de darle a conocer más detalles de esta derrota en el terreno del amor.
“La noche que terminamos, él fue claro en decirme que cuando había estado con usted, yo ya no estaba ahí, que él hacía mucho tiempo había dejado de amarme y que a la única mujer que amaba era usted”, destapó ante una Betty al borde del llanto.
Finalmente, con valentía y dignidad, Marcela renuncia a Armando y le deja el camino libre a la economista para que sea feliz con él si es lo que desea.
“Guardé la ilusión de recuperarlo hasta hace dos horas, que le pedí que la dejara ir y que él asumiera la presidencia de Ecomoda pero me dijo que no… Él se va para olvidarla, Beatriz”, desvela.
“Yo amo a Armando Mendoza, pero también entiendo que el amor no puede ser egoísta, que amar es desear el bien: conmigo o sin mí y por eso le estoy contando esto. Usted verá qué hacer”, concluyó.
En este importante evento en la trama, que no solo conmocionó a la actriz, también a la audiencia, Ramírez expuso su gran talento para la actuación y entrega a su complejo personaje, el cual todavía es aplaudido por hacer lo correcto pese al sufrimiento que atravesaba.
