Las mujeres siempre nos hemos visto presionadas por una sociedad que espera que nos veamos de cierta forma conforme vamos envejeciendo.
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En realidad, no importa si tenemos 20, 30, 40 o 50 años, las imperfecciones parecen estar prohibidas. La obsesión de las redes sociales por mostrar rostros llenos de filtros es una forma de autoengaño que alimenta la creencia de que debemos estar libres de manchas, arrugas y cicatrices.
El problema es que estamos tan acostumbradAs a ver fotos retocadas en las redes sociales que ya no podemos distinguir qué es real y qué es falso.
Hay cuentas de Instagram creadas exclusivamente para hacer que las celebridades se vean más bonitas o de cierta forma, cambiando incluso sus rasgos físicos.
Rihanna, Beyoncé, Zendaya y muchas otras famosas con tono de piel más oscuro han sido víctimas de ediciones de foto que modifican este rasgo que las caracteriza.
Este es el mundo en el que están creciendo nuestras hijas y muchas niñas que desde temprana edad están expuestas a aplicaciones que modifican el cuerpo.
Mientras que por un lado nos exigen mostrarnos naturales para ser parte del movimiento de amor propio, por otro nos señalan por “descuidadas” o “avejentadas” por hacerlo.
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Los filtros sugieren que no somos suficientes al natural
¿Qué hay de malo con tener pecas, labios finos, o cachetes regordetes? ¿Quién dice que tener esos brotes de acné o cicatrices significa que no eres diga de ser llamada “hermosa”?¿Por qué de pronto las canas y las arrugas son sinónimo de descuido?
Famosas como Salma Hayek han dejado sus canas y manchas al descubierto. También se ha dejado ver sin maquillaje, revelando que también tiene arruguitas y las llamadas «patas de gallo», algo que de lo que deberíamos dejar de sentirnos avergonzadas.
“Estoy muy agradecida y orgullosa por cada uno de mis 54 años”, escribió Salma en su ultimo cumpleaños. Mientras que en otra publicación, la actriz señaló que el cabello platinado son “canas de la sabiduría”.
Es momento de enseñar a toda una generación que vive en las redes sociales las 24 horas del día que nuestro valor no debe depender del exceso de filtros.
Hoy más que nunca estamos luchando por quitarnos las etiquetas y sobretodo, por despojarnos de los filtros para gritarle al mundo “me amo y me acepto como soy, sin importar lo que digan”.
Shakira es otra famosa que ha demostrado que las arrugas son el reflejo de los años bien vividos
Con 45 años recién cumplidos, Shakira no teme mostrarse al natural. Y aunque en ocasiones ha sido criticada y cuestionada por quienes creen que ha recurrido a cirugías estéticas, ella ha dejado claro que no le teme al paso del tiempo.
Es obvio que los años pasan y cobran facturas ¿pero valen más las arrugas, bolsas en los ojos o los gorditos que todos los logros que una puede tener? Por supuesto que no.
Drew Barrymore también ha dado grandes lecciones sobre dejar de temerle al paso de los años.
La actriz ha pasado por muchos momentos complicados en su vida, entre la presión de la industria y los excesos. Hoy está más agradecida que nunca con la vida y su mayor preocupación no es “verse perfecta” según los estándares del mundo, sino estar satisfecha con quien es.
“Vamos a envejecer, las cosas van a ir mal, y está bien, es parte de la vida. … Me siento más humana y más vulnerable cada año de mi vida, pero también sé apreciar cada año más y más”., dijo en una ocasión.