Aunque su éxito es anhelado por muchos, la vida de Robert Downey Jr. ha tenido más momentos amargos que de gloria.
Todo el mundo sabe quién es y lo reconocen como el gran Tony Stark, el millonario científico que creo a Iron man y se transformó en el gran héroe del universo de Marvel.
Sin embargo, pocos conocen su verdadera biografía basada en su superación a las adicciones y de las muchas escapadas de la muerte.
Robert Downey Jr. y su oscuro pasado con las drogas
Robert hijo de Elsie Ford y Robert Downey Sr., creció rodeado de artistas y fama, bajo una familia bastante disfuncional. A los seis años, su padre dio un cigarrillo de marihuana y lo probó por primera vez.
Desde ese día quedó marcado un futuro lleno de alcohol, drogas y detenciones.
Actualmente, el actor es uno de los actores mejores pagados de la historia: ocupó ese puesto en la lista Forbes entre 2013 y 2015, tras embolsarse 75 millones de dólares.
Aunque desde sus inicios le auguraba un buen futuro, sus adicciones lo arrastraban a la desgracia.
En 1996 los titulares lo calificaron como el enésimo yonqui de Hollywood, luego de ser arrestado mientras conducía con cocaína.
Sean Penn y Dennis Quaid lo obligaron a acudir a un centro de rehabilitación pero terminó escapando por la ventana del baño, y haciendo autoestop vestido con una camisa hawaiana y los pantalones del hospital hasta la casa de un amigo en Malibú.
La policía le detuvo drogado conduciendo su Porsche, desnudo y arrojando ratas imaginarias por la ventanilla.
El infierno de la cárcel
El intérprete pisó la cárcel por 113 días luego de saltarse un control antidroga y vivió los peores momentos de su vida que aún no está dispuesto a revelar.
Tras una de las peleas con los presos su cara necesitó cirugía estética.
Lo que habita vivido parecía no ser suficiente y en 1999 no se presentó a otro test de narcóticos, una violación de su libertad condicional que culminó con una condena de tres años.
Según se pudo conocer Downey Jr. le suplicó al juez que no le enviase de vuelta a la cárcel.
En la prisión Corcoran, solo encontró alivio en un disco de Sting y tras salir tardaría siete días en conseguir trabajo en Hollywood con su aparición en Ally McBeal, el cual lo hizo merecedor de un Globo de Oro.
En el día de Acción de Gracias de noviembre de 2000 volvió a ser arrestado en un hotel con anfetaminas y cuatro gramos de cocaína.
Unos meses después fue encontrado descalzo acurrucado en un callejón lleno ratas y le rogó a los policías que no le arrestasen.
Su gran decisión
Fue en 2003 cuando la estrella se paró en un Burger King de la autopista de la costa del Pacífico y, mientras se comía una hamburguesa, arrojó todas sus drogas al océano.
Su regreso a Hollywood no fue nada fácil pues ninguna compañía de seguros estaba dispuesta a cubrir la póliza de sus contratos: eran considerados demasiado volátiles.
Sin embargo, la industria le tenía apreció y sus compañeros le tendieron la mano.
Mel Gibson, fue quien decidió pagarle de su bolsillo el seguro para que protagonizase ‘El detective cantante (Keith Gordon, 2003)’.
Su cambio de timón le estaba generando grandes frutos, pero su momento más cumbre llegó más adelante al convertirse uno de los superhéroes más importantes de Marvel.
Aunque Marvel no apostaba por Robert pues habían sugerido a Tom Cruise, JonFavreau les convenció prometiéndoles que Downey Jr. haría por su saga lo que Johnny Depp había hecho por Piratas del Caribe: aportar la energía eléctrica de un actor marginal forjado en el cine de autor.
Una vez hizo el casting, Marvel no pudo considerar a alguien más y comenzó a sentir la gloria al ser uno de los actores más taquilleros de la historia.
Por Iron Man recibió al menos medio millón de euros, con un contrato que le involucraba en dos posibles secuelas por las que acabó ganando 9 y 28 millones.
Aunque Downey Jr. Lleva cinco años sin hacer una película se mantiene como un gran líder de la saga.
Su vida ha demostrado con su vida que hacer amigos es una de las cosas más valiosas de la vida.