Pocas historias nos han asombrado tanto como la controversial vida del “Sol de México”, Luis Miguel, llena de altos, bajos, escándalos, éxitos, decepciones y más, por lo que fue el material perfecto para una exitosa serie.
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Desde el estreno de “Luis Miguel: la serie”, producida por Netflix y emitida en dos temporadas desde el año 2018, las memorias del propio cantante fueron expuestas al público según su propia versión, mencionando amigos, familiares y hasta sus casos más polémicos.
Una autobiografía de “Luismi” no podía estar completa sin mencionar a Mariah Carey, ese amor de hace más de 20 años atrás que causó tanta controversia en el mundo de la farándula y el espectáculo, por lo cual se verá reflejada en la tercera temporada de la serie.
Una relación que comenzó como con el pie izquierdo
La realidad es que la primera vez que se vieron frente a frente, el momento estuvo muy lejos de ser un encuentro soñado de película, a menos que esta fuera una de terror.
“Luismi” y la diva del pop se conocieron formalmente en una fiesta en Aspen en 1998, lamentablemente, el astro musical estaba demasiado ebrio como para hacer de su presentación algo ameno, terminando en un desastre y con Mariah partiendo del lugar a toda prisa bastante enojada.
Sin embargo, Luis Miguel compensó su bochornoso comportamiento de esa noche con un pequeño detalle para su colega musical, un collar de diamantes de una de las marcas más exclusivas del mundo.
Fue así como todo inició una vez que ambos se reencontraron, esta vez con un “Sol de México” radiante y sin una gota de alcohol en su sistema para poder disfrutar la compañía de una de las mujeres más hermosas del gremio de la música.
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En 1999, ambos artistas hicieron oficial su relación y fueron el centro de atención de la farándula, llenando páginas y páginas de las mejores revistas de espectáculos, sin lugar a dudas, la pareja del momento.
Era imposible captar un solo momento en que Luis Miguel y su novia no estuvieran sonrientes, tomados y de la mano y demostrando su afecto en público como si nadie más estuviera alrededor.
Luis Miguel y Mariah Carey, una relación rodeada de excentricidades y lujos
Dos exitosos artistas, populares a nivel mundial y con enormes cuentas bancarias, eran la combinación perfecta para el derroche y los lujos, dejando cifras incalculables a donde quiera que fueran.
Desde paseos en jet privado por todo el mundo hasta alquilar todas las suites de hoteles cinco estrellas para pasar noches románticas, así de ostentosa fue la relación entre “Luismi” y la diva del pop.
La pareja era vista siempre en los mejores clubes, restaurantes y eventos, siempre felices y demostrando su amor ante el mundo como si nada más importara.
Lamentablemente, el dinero no hace la felicidad, pues ni siquiera sus cuantiosas chequeras pudieron evitar un final tan abrupto y problemático como el de ambos artistas.
Ya en el año 2000, la relación se fue deteriorando poco a poco, ya que ambos estaban muy ocupados en sus giras, eventos y discos como para ocuparse el uno al otro.
Además, tanto Luis Miguel como la norteamericana tenían una reputación de ser infieles, por lo que los celos eran la principal razón de los pleitos en lo que comenzó como una relación perfecta.
A medida que pasaba el tiempo, las cosas fueron de mal en peor, terminando así por decisión del propio “Luismi” por no soportar más los escándalos y presunciones de la farándula acerca de su problemática relación.
Esto dejó devastada a Mariah, quien no solo tuvo que someterse a tratamiento psiquiátrico, sino que también marcó un declive en su carrera profesional, sumado a una terrible crítica en una película que protagonizó y otros escándalos.
Fue así como la ostentosa vida de la pareja del milenio terminó en ruptura luego de tres años de relación.
