La actriz Carla Ávila y El juego del calamar siguen causando buenas reacciones ante el público que sigue disfrutando del éxito de esta producción en la que muchos celebran la presencia latina, pese a que su rol fue muy corto, pero significativo.
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Y es que la joven que hizo de estatua y permaneció por mucho tiempo inmóvil para lograr una de las escenas más sublimes de esta serie aseguró que lo no tuvo tan fácil, pues durante años ha trabajado muy duro para alcanzar triunfos muy lejos de casa.
Es por ello que ante el boom que se ha generado tras su presencia en la serie de moda en Netflix, esta chica ha sido abordada por los medios quienes le han dado la oportunidad de poder expresar su parecer acerca del ámbito artístico en ese país y las diferencias, así como exigencias que hay para poder quedar en una producción.
Carla Ávila El juego del calamar reflexiona sobre la mujer latina en Corea
A criterio de Ávila los requisitos para encajar en los K-Dramas aún suelen ser un tanto perfeccionistas, pues no hay quien pueda calar tan fácilmente en los patrones de belleza de los coreanos, sobre todo sino se tiene el gentilicio ni los rasgos propios de la localidad.
Por eso, tras varios intentos y una que otra pequeña actuación en unas series coreanas, Carla logró entrar a este mundo en el que por, muy insignificante que parezca, debió bajar hasta 10 kilos e incluso aclarar su tono de cabello para agradar a los realizadores.
Además, señaló que los estándares de belleza en Corea son poco saludables, ya que a su criterio, las tallas S son muy diferentes a las de las latinas que poseen un cuerpo muy pronunciado sobre todo por sus curvas.
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Y es que tal como lo señaló la mexicana, con esta incursión ella quiere expandir la cultura latina hacía otras latitudes, por eso el que haya sido una mujer mexicana que no posee complejos sobre su belleza a una industria tan ruda y llena de tantos preceptos, representa para ella un avance hacía la diversidad y exposición de ideales que cada vez más están abriéndose paso en el mundo.
«Si te fijas muchas de las extranjeras que salen también son muy delgadas y digo bueno, está bien, empiezo a representar poco a poquito y que la gente no se sienta tan mal consigo misma, no sé si voy a poder ser ese parte aguas para la cultura pero igual dos o tres personas van a decir -sí se puede aunque no tenga el cuerpo coreano…»
«…Por que no pueden espera que haga la dieta como el coreano cuando mi cuerpo se desarrolla diferente, mis proporciones son diferentes, me encantaría ser ese parte aguas, no sé si lo voy a ser pero sí sé que soy el primer paso, por algo se empieza», dijo la actriz en sus redes sociales que ahora más que nunca está siendo aplaudida por su labor lejos de su tierra.
Más detalles de su participación en la serie coreana
A criterio de Carla Ávila El juego del calamar le abrió las puertas para cumplir un sueño sin saber que esto representaría un «boom» en el mundo. Ella participó, porque le parecía atractiva la historia y porque el estar con un body painting no era algo tan fácil, ya que se sentía muy expuesta e incluso pensaba que esto generaría polémica, porque no es muy habitual en la cultura coreana.
Pero sucedió todo lo contrario al empezar a ser reconocida siente que una parte de ella representa a la cultura latina que se ha expandido por el mundo dando lo mejor de sí y dejando en alto el nombre de la mujer en el ámbito artístico.
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