Brooke Shields saltó a la fama desde muy temprana edad, convirtiéndose en un ícono de moda y una de las consentidas de la industria. Ella era la chica que todas querían ser en los ochenta, con su carisma, su larga cabellera y forma glamorosa de vestir.
Shields dominó las películas y las portadas de revistas en aquella década aunque también resultó una figura controversial por sus escenas de desnudo y papeles poco aptos para una niña.
Con el tiempo, Brooke comenzó a sentirse fuera de lugar, alejándose de los reflectores y concentrándose en su carrera universitaria y vida personal. En el camino, la actriz se encontró con varios obstáculos y algunas polémicas situaciones que la llevaron a alejarse más del ojo público.
Aunque siguió apareciendo en series de televisión, Shields prefirió darle prioridad a otros asuntos. Hoy, ella se muestra radiante y sigue robando suspiros a con su belleza natural.
A los 56 años, Brooke sigue teniendo ese rostro angelical con el que conquistó a todos en sus inicios. Claro, el tiempo ha pasado e inevitablemente las marcas de la edad se han hecho presentes.
Pero Shields abraza los cambios y contrario a lo que muchos pensarían por ser famosa, ella ha optado por mantenerse lo más natural posible.
Estos son algunos de sus secretos que definitivamente puedes replicar.
La modelo y actriz le dijo en una ocasión a la revista WSJ que le gusta levantarse temprano, pero también necesita dormir más a medida que envejece.
La ciencia ha dicho que la falta de sueño puede ser algo muy malo no sólo para nuestra mente, sino también nuestro aspecto físico ya que provoca la aparición de ojeras, párpados colgantes, ojos hinchados, piel pálida, más arrugas y comisuras de la boca más caídas.
¡Entonces no es extraño que Brooke mantenga su piel con un aspecto tan fresco!
Otro de los secretos de la actriz es incluir granos, frutas y leche vegetal en su dieta. Según reveló, ella suele tomar un batido con frutas y proteína en polvo, consumir cereales granulados con moras y plátanos y optar por leche de almendras.
También bebe ocho onzas de jugo de apio recién exprimido cada mañana. “Noto mi piel y mi digestión y todo se siente mejor cuando bebo jugo de apio”, dijo.
La actriz es muy constante con su rutina de piel. No sólo la cuida a través de una buena noche de sueño y una dieta equilibrada sino que también con una rutina de skin care que va acorde a sus necesidades.
La limpieza e hidratación son clave y según dice, es algo que nunca pasa por alto. Ella usa un suero de vitamina C y una crema para los ojos, así como una de las muchas mascarillas faciales que mantienen su piel hidratada. Y aunque suele usar poco maquillaje, nunca olvida limpiar su rostro antes de ir a dormir.
La importancia de la limpieza facial está en la eliminación de suciedad, aceite y otros desechos no deseados. De acuerdo con los expertos, a lo largo del día, la piel está continuamente cubierta de bacterias, contaminantes, virus, suciedad y células cutáneas viejas (muertas) por lo que el lavado facial diario elimina estas impurezas para darle un aspecto más fresco.
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