A la princesa Diana no solo la recordamos como la gran filántropa que fue, por ser la madre de Harry y William o por su mediático matrimonio con el príncipe Carlos, sino también por su gran sentido de estilo que trasladó desde sus atuendos hasta el maquillaje.
De hecho, este último siempre ha tenido especial espacio entre los expertos en el tema pues aseguran que es un acierto para lucir joven, fresca y elegante, en el que se impulsa la belleza natural sin necesidad de utilizar muchos cosméticos, sino mas bien aplicarlos inteligentemente.
Los trucos de maquillaje de la princesa Diana
Aunque sea algo inesperado, Hola afirma que la princesa Diana comenzaba por los labios a la hora de hacer su maquillaje, algo opuesto a lo que se acostumbra. Sin embargo, de esta manera, Lady Di ganaba tiempo pues hidrataba sus labios con un bálsamo antes de proceder al labial.
Ella lo dejaba durante varios minutos para que hiciera efecto, mientras iba preparando su piel. En este aspecto, la experta Millie Morales asegura para el mismo medio que seguía una rígida rutina de cuidado de la piel pues sufría de rosácea, así que el skincare le permitía tener un rostro luminoso y que los productos le duraran más.
A los 40 años, es importante utilizar cosméticos de alta cobertura pero que sean ligeros para que no marquen las líneas de expresión, como bases y correctores. Asimismo, difuminar bien los polvos.
Para tener el look de la princesa Diana hay que hacer énfasis en la mirada, pues le encantaba delinearse con un lápiz azul, marrón o negro para resaltar sus ojos claros. En las sombras también se mantenía en los cafés. Igualmente usaba de dos o tres capas de rímel para resaltar las pestañas sin recurrir a las postizas.
Otros detalles importantes
La princesa del pueblo también le dedicaba especial atención a las cejes, pese a que eran rubias, recurriendo a lápiz o sombras, además de un gel de cejas para mantenerlas fijas todo el día.
Por último, no utilizaba mucho rubor porque sus mejillas eran rosadas naturalmente pero sí agregaba un poco de iluminador en el lágrimal y sobre los pómulos. En los labios, delinea y sobre el labial pon gloss para que luzcan más sanos. Ella era fanática de tonos rosados y coral.
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