En la audiencia más esperada del caso en años, Britney Spears podría dirigirse al juez que supervisa la tutela que le ha controlado el dinero y sus asuntos desde 2008.
La cantante no se ha dirigido a la corte desde el año pasado, cuando su abogado designado por el tribunal, Samuel Ingham III, presentó una solicitud para suspender a su padre, Jamie Spears, como tutor de su patrimonio estimado en 60 millones de dólares.
El señor Spears tiene la custodia legal de su hija desde 2008, junto con el abogado Andrew Wallet, luego de una serie de problemas que llevaron a la cantante al borde del colapso.
Tras la renuncia de Wallet en 2019, Jamie Spears se habría quedado como responsable absoluto de supervisar las finanzas de Britney hasta que en 2020 la jueza Brenda Penny nombró a la firma Bessemer Trust para servir como cotutor.
Ahora es cuando la cantante podría ser escuchada en audiencia pública por primera vez en los 13 años de tutela.
Y mientras que los fanáticos y compañeros del medio han mostrado su apoyo a través del movimiento #FreeBritney, han circulado más detalles escalofriantes sobre las injusticias de las que la cantante ha sido víctima.
Internada contra su voluntad
Según documentos judiciales filtrados en 2019 Britney Spears fue presuntamente obligada a ingresar en un centro de salud mental.
Los informes, presentados por The New York Times, aseguran que la llamada Princesa del Pop pasó una temporada en un centro de salud mental contra su voluntad.
Esto sucedió después de cancelar una residencia en Las Vegas y anunciar una pausa laboral indefinida que continúa hoy.
Ella misma afirmó frente al tribunal ese año que habría sido por «motivos exagerados, un castigo por defenderse a sí misma y hacer una objeción durante un ensayo”.
La cantante también mencionó que los problemas de salud de su padre, quien sufrió una ruptura de colon que puso en peligro su vida., habrían afectado su bienestar.
Los representantes de Jamie Spears se negaron a comentar las acusaciones del Times y según este, ella es libre de salir de la tutela cuando quiera.
La crisis de Britney Spears nunca debió ser minimizada
El documental Framing Britney Spears que se estrenó en febrero de este años sacó a la luz los momentos horripilantes, entre las hordas de los paparazzi, entrevistas incómodas y shows de televisión con presentadores que sólo se dedicaron a sexualizar y humillar a la cantante.
Y es que no sólo vemos a una Britney que dejó boquiabiertos a todos con su voz sino a una mujer que fue acosada por los medios sedientos por saber si era virgen o no.
Britney lloró ante las preguntas inquisitivas de los periodistas pero nunca dejó de responder ni tampoco cedió su lugar en la cima.
Sin embargo, parece que nadie vio la desesperación y el dolor en sus ojos a pesar de que en varias ocasiones llegó a pedir ayuda. Ante todos, Britney era una «muñeca» que siempre debía verse perfecta.
La presión del espectáculo y las malas influencias llevaron a la Princesa del Pop a sentirse más sola que nunca.
El 2007 fue un punto de quiebre para ella. La cantante fue captada entrando a una peluquería, donde afeitó su larga cabellera.
Nadie olvidará su rostro con el maquillaje corrido y la mirada perdida tras deshacerse de su larga cabellera. Britney destruyó un parabrisas con una sombrilla, momento que fue captado por los paparazzis para después darle la vuelta al mundo.
La cantante lo perdió todo, incluyendo importantes proyectos, contratos y a sus hijos, quienes quedaron bajo custodia de Kevin Federline.
Britney sigue luchando, demostrando su gran fortaleza. Y aunque sus publicaciones en Instagram han levantado sospechas de que está siendo obligada a mostrarse feliz, ella asegura que está bien y que no se rendirá nunca.
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