El COVID-19 no perdona a nadie y Salma Hayek no se salvó de contraer el virus que ha causado miles de muertes a nivel mundial y que incluso casi la deja sin vida.
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La estrella contó lo duro que fue enfrentar los síntomas de coronavirus que la hicieron pensar que moriría en su hogar ante lo comprometido que se vio su estado de salud.
La actriz reveló que estuvo siete semanas aislada en su habitación en Reino Unido conectada a un tanque de oxígeno.
“Mi médico me suplicó que fuera al hospital porque estaba muy mal. Dije ‘no, gracias, prefiero morir en casa’”, reveló.
Sin embargo, la mexicana logró ganar la batalla y regresó a las grabaciones de House of Gucci, de Ridley Scott en donde compartirá escenas con Lady Gaga y Adam Driver
Salma Hayek enfrenta las secuelas del COVID-19
Salma ha tenido que lidiar con las secuelas del virus y de momento no recupera del todo su energía, aunque asegura que volver a trabajar la ha ayudado a reponerse.
“Fue fácil. Fue el trabajo perfecto para volver a hacerlo. Había empezado a hacer Zooms (videollamadas) en un momento, pero solo podía hacer algunos porque me cansaba mucho”, contó.
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Hayek se convertirá en una clarividente, Pina Auriemma, quien será la encargada de persuadir a Patrizia Reggiani (Lady Gaga) de organizar el asesinato de su ex-esposo Maurizio Gucci (Adam Driver).
“Ya estoy harta”, escribió Salma en su cuenta en Twitter, acompañado de un vídeo mientras se somete a un test de hisopado.
La publicación alcanza actualmente las 60 mil reproducciones y fue a raíz d este vídeo que surgieron las preguntas de los internautas del por qué se habría realizado tantas veces la pruebas.
Su publicación pronto superó las 60 mil reproducciones y se desataron comentarios de sus seguidores, algunos de los cuales se preguntaban el por qué se habría sometido a tal cantidad de pruebas.
La artista no detalló en qué momento enfrentó la dura experiencia que la mantuvo convaleciente.
