En el nuevo episodio de De tú a tú, Maly Jorquiera repasó los momentos más significativos de su vida, como sus inicios en televisión en programas como Mekano y Teatro en Chilevisión, y también algunas instancias más personales, como la muerte de su madre.
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En conversación con Martín Cárcamo, la comediante recordó la partida de su progenitora a causa del cáncer de mamas, en el año 2006. Consultada por cómo enfrentó su enfermedad, contó que «yo arrancaba de mi casa. Lo digo con la culpa y la disculpa de que era joven. Tenía 21 años».
«Después nosotros teníamos la posibilidad de ir a buenas clínicas, pero ella ya no sentía sabor, perdió olfato, el oído (…) Y cuando ya no nos quedaba más plata la metimos en un experimento, porque podíamos tener medicamentos de forma gratuita», detalló.
El lamento de Maly Jorquiera
Durante la entrevista, Maly Jorquiera reconoció que «si yo estuviera esta edad, y mi mamá estuviera así, yo arrendaría una casa en la playa, cueste lo que cueste, la pongo mirando al mar con morfina, y no le haría lo que hicimos. Pero teníamos, mi hermana 19, yo 22, no entendíamos nada. Fue una muerte muy dolorosa».
La madre de Maly Jorquiera luchó contra el cáncer durante dos años, hasta que finalmente falleció. «La noche que supe, por mi hermano Pato, que mi mamá estaba desahuciada… no recuerdo una noche más horrible. Conectas con la muerte. Que esa persona que está ahí no la vas a volver a ver. Esa noche se me salían las vísceras, el alma, no sabía cómo… Era muy fuerte saber que ya estaba, que se iba a ir, y que no estaba consciente para poder disfrutarla. Mi mamá hablaba tonteras, estaba delirando en el dolor», dijo.
La comediante señaló que el día antes de su partida, su madre tuvo una leve mejoría, por lo que esta decidió irse a la casa de su pololo. Al día siguiente, su padre le contó que su mamá había muerto. Consultada por si le quedaron cosas pendientes, señaló que «en ese momento sí, pero después con el tiempo me terapié mucho, pero sí había muchos temas pendientes, tenía rabia».
«Me fui de carrete. Súper evadía. La evasión tiene su costo. Cuando tú no vives los lutos, se repiten. Yo decía, tengo que limpiarme para ser una buena mamá. Igual la voy a embarrar, pero voy a hacer lo mejor que pueda. No quiero pintarle al Lucas una vida de fantasía. Me limpié de todas esas cosas. Ahora estoy súper bien, contenta de lo que soy y de lo que no soy«, comentó sobre su reacción tras la partida de su mamá.