María Félix ha sido sin duda una de las figuras más importantes de la cultura popular mexicana, no sólo por ser una de las divas del Cine de Oro mexicano sino por la forma en la que dominó a quienes dudaron de ella o intentaron humillarla. Y es que en una época en la que los hombres tenían el control, ser mujer podía representar una gran limitante pero no para María.
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Fueron muchas las polémicas que creo la llamada Diva del Cine de Oro en torno a su manera de hablar, sus relaciones y su imagen. Se decía que estaba involucrada en una secta de ocultismo y que tenía un pacto con seres demoniacos para conservar su fama y su belleza.
Sin importar lo que dijeran a sus espaldas o en su propia cara, María Félix siempre tuvo una respuesta con la que dejó a todos callados y que hoy siguen siendo una gran lección para no dejarnos de nadie.
«Yo le tengo a usted un poco de lástima».
Durante una entrevista, Jacobo Zabludovsky le dijo a la actriz que le tenía un poco de lástima por ser una víctima de los medios y recalcó que el público se ha encargado de criticarla y meterse en su vida.
«No me crió nadie más que mi Tata Dios. El cine no me ayudó, el público me ayudó». El presentador continuó: «Pero ese mismo público no la deja caminar por la calle». «Porque no quiero», respondió la actriz. «Pero no la dejan porque le piden autógrafos, ellos critican su vida, si se ha casado alguna vez», continuó Zabludovsky pero María Félix logró terminar el round de cuestionamientos con un elegante: «Eso no le importa a usted».
Un reportero le preguntó si era lesbiana
Uno de los aspectos que más intrigas causó fue con respecto a sus preferencias sexuales. Aunque La Doña siempre estuvo con los más galanes de la época, se decía que también había tenido romances con mujeres. Según relató la misma actriz en el programa de Verónica Castro de 1996, un reportero le preguntó directamente si era lesbiana. La respuesta fue simplemente épica.
«Si todos los hombres fueran como usted, pero inmediatamente, seguramente sí lo sería…».
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Sobre si sus relaciones le daban trabajo
María Félix siempre aceptó que tuvo muchos amores y que sabía que tenía a los hombres a sus pies. Sin embargo, lejos de los estigmas bajo los que siempre hemos vivido las mujeres, ella dijo claramente que sus logros jamás dependieron de ningún hombre.
“Yo nunca tuve que estar con las patas pa’ arriba para trabajar, nunca me dediqué a eso, nunca me tuve que ir con un hombre para tener trabajo, jamás, ni por dinero ni por trabajo”, afirmó.
En diversas ocasiones fue cuestionada por su gran ego
Retadora y de un carácter indomable, María Félix hipnotizaba a cualquiera con tan sólo hacer acto de presencia. Resulta difícil imaginarla sin sus joyas colgantes, sus peinados altos y rizados o sus cejas levantadas que acentuaban su facciones de mujer frívola y desafiante, algo que rompió con cualquier estereotipo de mujer de su época.
“Yo no me creo la divina garza, ¡soy la divina garza!”
Cuando fue comparada con la segunda versión de Doña Bárbara
María Félix fue la primera mujer en llevar pantalones en el cine mexicano. La actriz interpretó a una mujer que se enfrentaba a los hombres y cuyo carácter la llevó a ser independiente, algo muy escandaloso para ese tiempo. En entrevista de 1998, fue cuestionada por la nueva versión de entonces de aquel personaje pues hacía los mismos gestos.
«No la he visto, ni la veré. Siempre han querido copiarme (…) ¿Levanta la ceja? «, dijo entre carcajadas.
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