Britney Spears sorprendió al revelar que lloró por dos semanas con el documental Framing Britney, producido por The New York Times que muestra el lado más oscuro de su carrera entre entrevistas incómodas, paparazzis y la presión de ser siempre perfecta.
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Si bien la cantante se había referido anteriormente al documental de manera indirecta, emitió un comunicado a través de Instagram asegurando que no vio el documental completo pero que lo que ha visto la dejó «avergonzada por la luz que me pusieron».
“Lloré durante dos semanas y bueno… ¡¡¡Todavía lloro a veces !!!!”, agregó. La declaración estuvo acompañada de un video de la estrella del pop bailando la canción de Aerosmith, Crazy.
«Se necesita mucha fuerza para CONFIAR en el universo con tu vulnerabilidad real porque siempre he sido tan juzgado … insultado … y avergonzado por los medios … y todavía lo soy hasta el día de hoy»
Framing Britney se convirtió en tema de conversación durante días cuando se estrenó en febrero pero el tema es algo que no debe quedar en el olvido.
Los paparazzi fueron un punto clave en la crisis de Britney. Fueron ellos quienes divulgaron las fotografías del momento en que se rapaba su cabellera y atacaba un auto con una sombrilla. Fueron ellos quienes hicieron apuestas por conseguir imágenes de Britney cansada y devastada con sus hijos en brazos.
Estos fotógrafos que buscan incansablemente a celebridades, figuras públicas y sus familias para conseguir material que deje jugosas cantidades de dinero se han convertido en un problema durante años.
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La obsesión por las celebridades
La palabra paparazzi se deriva de un personaje a quien llaman paparazzo en la película La Doice Vita de Fellini. Se trata de una palabra derivada del italiano que significa un ruido particularmente molesto, similar al zumbido de un mosquito.
Lo que comenzó como una simple fotografía callejera es ahora un juego de alto riesgo del gato y el ratón.
Hay muchos problemas éticos, legales y de privacidad que surgen de este cuestionable negocio. Las tácticas de los paparazzi se basan en disparar desde cualquier punto donde puedan obtener vistas comprometedoras, desde tejados hasta árboles y postes. Incluso han recurrido a medidas más desesperadas como activar alertas de incendios en edificios para provocar una evacuación y así obtener tomas.
Muchas otras famosas que han sufrido el acoso de ellos.
La princesa Diana.
El caso de Lady Di fue un parteaguas en el mundo puesto que una persecución de paparazzis hizo que sufriera el fatal accidente que le arrebató la vida. El reporte oficial declaró que Henri Paul, conductor del vehículo en el que viajaba Diana, se encontraba bajo los efectos de alcohol pero que perdió el control del automóvil al acelerar para evadir a los paparazzi.
Pero la vida de Diana Spencer también estuvo marcada por el constante acoso de las cámaras, en un intento por captar su infelicidad dentro de la Familia Real, así como su amorío con el empresario Dodi Al Fayed.
Kim Kardashian
Aún cuando la socialité y empresaria es famosa por exponer su vida privada en redes sociales, llegó un punto en el que los paparazzis cruzaron la línea con ella y sus hermanas.
Los embarazos de Kim no fueron nada fáciles puesto que tuvo pre clampsia (presión arterial elevada al extremo). En el transcurso de los meses, también pasó por muchos cambios físicos que la volvieron blanco de burlas y críticas. Los paparazzis hicieron todo por conseguir imágenes de Kim luciendo incómoda con su cuerpo.
“Mirar todas las fotos mías en línea y en revistas me hizo sentir muy inseguro y tenía el miedo de preguntarme si alguna vez recuperaría mi cuerpo anterior al bebé. Me avergonzaba semanalmente con historias de portada que hicieron que mis inseguridades fueran tan dolorosas que no pude salir de casa durante meses. Realmente me rompió”, dijo la empresaria.
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