Meghan Markle y el príncipe Harry dieron mucho de qué hablar esta semana tras una entrevista con la presentadora Oprah Winfrey en la que hablaron sin filtros sobre la pesadilla que vivieron antes de su salida de la Familia Real.
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La pareja habló del acoso mediático y de los estrictos protocolos que debían seguir, así como de su casamiento oficial días antes de la boda televisada para tener un «espacio a solas».
También hablaron del embarazo de Meghan y cómo es que tuvo que soportar comentarios racistas sobre el color de piel que tendría su hijo.
A pesar de que fue Meghan quien denunció abusos psicológicos e injusticias por parte de la Familia Real, el mundo parece seguir en su contra.
La sorpresa está en ver todo ese apoyo y amor que Harry ha recibido pues mientras a él le aplauden, ella es llamada «vividora», «oportunista» y «buena para nada».
Por supuesto, no se trata de ponerlos uno en contra del otro ni decir quién mejor o peor sino de preguntarnos a qué se debe esa diferencia.
«Qué manera de robar protagonismo», «esa Meghan le está dando ‘agua de calzón’ para amarrar al Harry», «mujer ridícula, nada más está viendo cómo sacar dinero», «ella sabía dónde se estaba metiendo y ahora está llorando», son algunos de los comentarios que han expresado sobre Meghan en diferentes publicaciones.
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Mientras tanto, a Harry le aplauden por ser «el príncipe rebelde» que dejó todo. «Harry se salió para hacer su propia vida bajo sus términos, lo que su hermano William no puede o no quiere hacer». «Harry rompió el molde porque es valiente y genuino, con espíritu libre. Hizo su elección por su familia, no por vivir de la apariencia», comentaron algunas personas en redes sociales.
La guerra contra Meghan
La entrada de Meghan en la Familia Real fue difícil desde el principio, pero las cosas dieron un giro para peor el año pasado cuando Meghan y Harry anunciaron que se alejarían de sus roles como miembros de alto rango de la familia real. La pareja anunció que dividirían su tiempo entre el Reino Unido y América del Norte, enviando ondas de choque a través de los círculos reales.
El término Megxit nació tras la salida de los ex royals y fue utilizado por los trolls de Internet contra Meghan.
Harry trató de responsabilizarse por lo sucedido, diciendo que había sido por ambos. Aún así, la gente insistió que todo había sido un plan maquiavélico de Meghan para arruinar la vida de Harry y seguir enriqueciéndose.
Al final, una cosa queda claro: las mujeres siempre somos más presionadas por la sociedad para ser perfectas.
Siempre estamos esforzándonos para «gustar», para «ser suficientes» pero cuando decidimos romper con las expectativas y entendemos que no estamos aquí para complacer a los demás, entonces el mundo se tambalea.
Meghan decidió ser ella misma pero pareciera que su carrera como actriz y la vida que tenía entre los reflectores y alfombras rojas le restó valor y credibilidad.
Pero ella nunca quiso ser conocida por ser «la esposa de» o «la mujer que se coló en la realeza» sino que siempre luchó porque el mundo la llamara por su nombre, sin títulos ni asunciones de ningún tipo.
¿Qué sigue para Meghan y Harry?
Hoy, tanto Meghan como Harry están trabajando en el desarrollo de proyectos para Spotify y Netflix, además de realizar obras de caridad a través de su fundación, Archewell.
Markle dijo a Oprah que ambos alentar a la gente a buscar amabilidad y amor. «No tienes idea de lo que le está sucediendo a alguien a puerta cerrada, así que ten compasión», dijo.
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