Muchas mujeres aseguran que no hay una etapa más bonita que en el embarazo, pero para Kim Kardashian no fue el caso. En unas recientes confesiones, la socialité habló sobre lo dura que fue esta etapa por las constantes críticas a su cuerpo.
Hace 7 años la empresaria anunció que estaba embarazada de su primogénita, North West, producto de la relación con el rapero Kanye West, sin embargo, transcurridos varios meses no solo tuvo que lidiar con los efectos de la preeclampsia sino también con la presión externa.
Kim Kardashian habla sobre las críticas a su cuerpo en el embarazo
Pese a que nunca se había atrevido a abrirse sobre este delicado tema personal que la afectó de gran manera, la estadounidense de 40 años aprovechó la oportunidad tras ver el documental de Britney Spears y sentirse identificada con lo que sufrió de joven.
En la pieza audiovisual, la intérprete de Baby One More Time explica el fuerte impacto que tuvo ser asediada por los medios de comunicación desde temprana edad, lo que le colocó siempre una fuerte presión que hizo mella en su salud mental, explica Hola.
«Me hizo sentir mucha empatía por ella. La forma en la que los medios tuvieron un papel importante en su vida de la manera en la que sucedió puede ser muy traumático y puede quebrar a la persona más fuerte«, opinó la empresaria en sus Instagram Stories.
«No importa qué tan pública parezca la vida de alguien, nadie merece ser tratada con tanta crueldad o juzgada solo por entretenimiento», agregó, refiriéndose también a los fuertes comentarios que recibió cuando estuvo embarazada.
«Regresando a mi propia experiencia, me acuerdo que hubo un tiempo en el que me sentí así. Cuando estaba embarazada de North sufría de preeclampsia, algo que me hacía sudar incontrolablemente», reveló la celebridad.
También atravesó aumento de presión arterial, dolores e inflamación que hizo que esa etapa no fuera tan dulce como esperaba, aunque lo peor lo experimentó en redes sociales pues muchos se burlaban de ella y en cada aparición pública terminaba convertida en un meme.
«Subí 27 kilos y me adelanté en el parto casi 6 semanas antes y lloraba cada día por lo que estaba pasando con mi cuerpo, principalmente por la presión de ser constantemente comparada», recordó.
Kim Kardashian también se sintió insegura de su imagen
Las críticas llegaron a tal punto de ser comparada con una ballena Shamu en las redes sociales, los paparazzi no la dejaban en paz y la confianza en sí misma se quebró.
«Ver todas las fotos mías en internet y las revistas me hizo tan insegura y tenía ese miedo de no saber si recuperaría mi cuerpo de vuelta. Me avergonzaban a cada semana con portadas que hacían que fuera muy doloroso. No pude salir de casa meses después. Realmente me rompió», dijo.
Pese a estos duros momentos, Kim Kardashian tuvo que apoyarse en su familia y su pareja para hacerse de oídos sordos y poder debutar en la maternidad con mayor tranquilidad. Meses después, la también modelo mostraba su figura tonificada nuevamente y se sentía más feliz.
«Afortunadamente, pude convertir estos sentimientos frustrantes y penosos en motivación para llegar en donde estoy ahora, pero decir que esto no me afectó mentalmente sería una mentira», agregó a su confesión para sus 209 millones de seguidores.
«Estoy compartiendo esto solo para decir que realmente espero que todos los involucrados en el negocio del avergonzamiento y molestar a alguien al punto de quebrarlos lo pueda reconsiderar y en lugar trate de mostrar un poco de entendimiento y compasión», finalizó.
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