Hoy por hoy, Fernando Colunga es uno de los galanes más cotizados de la televisión mexicana, pero no siempre fue así. El artista tuvo una interesante transición de la ingeniería a la actuación que lo obligó a tomar diversos personajes.
Algunos de ellos más extravagantes que otros, pero todos, con la intención de volverse uno de los más solicitados, cuestión que con esfuerzo y constancia alcanzó a sus 55 años.
Los inicios de Fernando Colunga en la televisión
Hace tres décadas, el nacido en la Ciudad de México no podía darse el lujo de dejar de lado papeles estelares, como realizó hace poco cuando abandonó la narcoserie de Telemundo, Malverde: El Santo Patrón, y será reemplazado por Pedro Fernández.
Antes de aparecer en pantalla, se desempeñó como encargado de una ferretería, laboró en un concesionario de autos, trabajó como administrativo y de barman, pero en el fondo, tuvo en ese interés por la actuación a la que por fin le dio rienda suelta a sus 22 años.
La primera oportunidad de probar su pasión se le presentó en 1988 cuando fue doble de escenas de acción de Eduardo Yánez, especialmente sobre una motocicleta, en la recordada telenovela Dulce desafío.
«Curiosamente fui (al estudio) a ver y acabé quedándome de doble de escenas de acción», recordó alguna vez Fernando Colunga, de acuerdo con Milenio.
«Es tanta la insistencia de estar diciendo ‘Quiero hacer eso, quiero hacer eso’, que un amigo un día me habla y me dice: ‘En Televisa están terminando una producción y no tienen quién haga el doblaje de una escena de acción’«, agregó.
De esa manera, debutó en ese cargo de tamaña responsabilidad, pero finalmente descubrió que a eso se quería dedicar a tiempo completo así que decidió matricularse en el Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa en el año 1990.
Desde entonces, comenzó a recibir más oportunidades dentro las producciones siguientes, volviéndose popular en el país por sus apariciones en el programa de televisión Plaza Sésamo, desde 1995 y 1997.
«Tuve la oportunidad de hacer Plaza Sésamo y cuando nos llevan las cifras de la cantidad de gente que aprendía a leer o escribir con lo que nosotros hacíamos, uno se concientiza de su responsabilidad», expresó.
No obstante, su consagración como una figura de peso para las telenovelas se consolidó a largo plazo, especialmente con tres papeles claves: Luis Fernando en María la del barrio (1995), Carlos Daniel en La Usurpadora (1998) y Manuel Fuentes en Amor Real (2003), apunta Milenio.
El salto a la pantalla de Fernando Colunga
Sin embargo, dar el primer «sí» para perseguir sus sueños no fue nada fácil para el ganador del Laurel de Oro, ya que estudiaba ingeniería civil y su familia no comprendía su amor por las artes escénicas.
«La situación de la actuación es algo irreal para todos, sobre todo en mi caso que nadie se dedicaba a la actuación. Es una inquietud que uno tiene. Yo soy una gente que estaba estudiando, pero siempre estaba con la inquietud de hacer algo, de actuar, de ir al foro, de ver», le confesó el actor a Cristina Pacheco, citado en el medio.
Más de este tema:
Así luce hoy el tierno ‘Carlitos Bracho’, el hijo de Fernando Colunga en “La usurpadora”
La transformación de Fernando Colunga para ‘Malverde: El santo patrón’
Fernando Colunga ya no formará parte de ‘Malverde: el santo patrón’ por esta razón