Nicole Kidman sin duda es una de las mujeres más talentosas de Hollywood. Su belleza, , su versatilidad y su carisma le han abierto las puertas a grandes producciones en las que siempre destaca.
La actriz ha sido parte de exitosas cintas como Eyes Wide Shut, The Others y Moulin Rouge y definitivamente ha sabido mantenerse vigente entre las nuevas generaciones en series como Big Little Lies y The Undoing.
Kidman es también embajadora de buena voluntad del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) y Unicef. En 2006, la actriz recibió el honor civil más importante de Australia, siendo condecorada como dama compañera de la Orden de Australia.
Eso sí, sin importar su trayectoria o cuántos méritos tenga en su vida, en los últimos años ha sido objeto de críticas debido a la transformación que ha sufrido su rostro.
Recientemente la protagonista de Big Little Lies compartió una instantánea de cuando era niña, acompañada de una selfie actual.
«Little Nic ➡️ Big Nic», escribió.
Los fans no dejaron de plasmar halagos y buenos deseos para Nicole, además de asegurar que aún conserva la misma expresión y que con los años se ha mantenido hermosa.
«Qué sonrisa tan bella has tenido siempre», «tus rizos son lo mejor», «no ha cambiado tu mirada en nada», «eres la mujer más hermosa del mundo, ayer, hoy y siempre», comentaron algunos seguidores.
La presión de «envejecer con gracia»
Nicole pudo haber recurrido a algún arreglo estético o no pero eso es cosa suya y de nadie más- No tendríamos por qué estar opinando o señalando los cambios que sufren otras mujeres con su cuerpo.
Es claro que la satisfacción corporal es individual y cada quien es libre de hacer lo que le plazca sin embargo, detrás de muchas elecciones en torno a ello vienen de la presión que la sociedad ejerce sobre nosotras.
La sociedad nos ha convencido de que debemos aspirar a la perfección física lo que hace que muchas terminen pensando que no son lo suficientemente atractivas o que han llegado a su fecha «de caducidad».
Temer y combatir el proceso natural del envejecimiento es parte de la construcción social a la que estamos tan atadas. Y aunque a medida que pasan los años, perdemos nuestras habilidades fértiles, envejecer no deberían ser un gran problema.
Las mujeres no tenemos fecha de caducidad.
Desde muy pequeñas se nos enseña que siempre debemos vernos perfectas, maquilladas y con la piel suave y tersa. Crecemos pensando que llegar a cierta edad es igual a “ser menos deseables” o que si no hemos alcanzado ciertos objetivos, “fracasamos” como mujeres. Pero no es así y el mensaje de esta guapa actriz lo deja claro.
Envejecer es inevitable y al parecer para nosotras es más una condena que para los hombres. Y es que mientras ellos envejecen como los buenos vinos, con las mujeres no dejan de ver las arrugas, las patas de gallo y las manchas como una señal de caducidad.
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