Si algo ha quedado claro en los últimos días con la inesperada aparición de Demi Moore en una pasarela Fendi, en París y cómo es que todos enfocaron la mirada en su rostro, es la gran presión a la que las mujeres estamos condicionadas a seguir siempre un estándar de belleza establecida por la misma sociedad.
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El cambio en Demi era notorio pero más allá de cuestionarla o criticarla a ella, abrió debate sobre cómo la presión social por vernos «siempre bellas» influye en los métodos a los que recurrimos para ser suficientes en la industria del entretenimiento.
La belleza debería ser una experiencia individual en la que cada quien es libre de hacer lo que la haga sentir mejor. SIn embargo, nunca falta la lluvia de críticas y comentarios que no aportan nada más que malestar.
Recientemente la actriz Eiza González fue tema de conversación en redes sociales por el anuncio de una serie de proyectos en los que estará participando sin embargo, una fotografía que compartió en redes sociales hizo que la atención volviera a enfocarse en sus «arreglos estéticos».
Eiza tiene muy merecidos los halagos pero resulta increíble la cantidad de señalamientos de los que es víctima.
Es momento de parar comentarios como «antes me gustabas más», «qué te hiciste», «está irreconocible».
Ella ha sido una de las mexicanas más exitosas en Hollywood de los últimos años pero también una de las más criticadas. Desde que la actriz se mudó a los Ángeles, ha estado en la mira de medios nacionales e internacionales por su talento y belleza pero también ha sido catalogada de «devora hombres»,»plástica».y hasta una mujer que «niega sus raíces».
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En estos días, las acusaciones de «falsedad», en particular, no deben tomarse a la ligera. Vivimos en una época en la que la autenticidad nunca ha sido más adorada, al contrario, quien es auténtico es señalado por no encajar (como todas esas mujeres que deciden no maquillarse o lucir sus estrías).
Cuando una mujer se somete a una cirugía plástica, muchos la ven como una víctima de las inseguridades. ¿Realmente podemos juzgar en base a lo que vemos? No. ¿Una mujer es menos auténtica porque se viste «excéntrica» o porque decide cambiar su corte de cabello? No.
Lo complicado viene cuando nos damos cuenta de que estamos sometidas a la idea de «envejecer con gracia» para seguir estando presentes y ser deseables.
La mayoría de los prejuicios sobre la cirugía plástica se hacen simplemente sin mucha información o empatía. No podemos asumir nada de los cambios de una famosa porque ponernos en sus zapatos es muy difícl así que lo mejor es callar.
El camino no ha sido fácil pero Eiza ha logrado colarse en importantes proyectos en los que ha puesto en alto su nombre y el de México.
Con su forma de pensar, actuar y hasta de vestir, la joven actriz se ha convertido poco a poco en un ícono latino. Pero aunque se ha concentrado en cine y televisión como Baby Driver o From Dusk till Dawn: The Series, también ha demostrado tener talento para el canto y el baile. Así que sin duda, es una artista completa y eso es en lo que debemos enfocarnos.
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