La última temporada de El Mundo Oculto de Sabrina finalmente llegó a Netflix para revelar el destino de la bruja más famosa. Para quienes pasamos el inicio de año disfrutando de un maratón en casa, el final de la serie dejó una serie de interrogantes que ya no podrán ser respondidas, pero la decepción más grande fue que el personaje principal nunca aprendió la lección más importante de la adolescencia: la felicidad no proviene de otros sino de nosotras mismas.
Razones por las cuales Sabrina debió aprender a estar soltera en lugar de buscar un novio
Es verdad que durante la adolescencia es cuando comienza a surgir el interés por formar relaciones amorosas y explorar juntos la sexualidad, es por eso que entendemos que en la serie se haya querido reflejar esta curiosidad dándole a Sabrina no sólo uno sino dos novios con los cuales pudo vivir etapas diferentes. Mientras que su relación con Harvey representa la inocencia de la niñez y el miedo al cambio, su relación con Nick representa el lado más maduro, de las decisiones sobre el futuro y la responsabilidad que llega con la adolescencia. Sin embargo hay una etapa que Sabrina nunca pudo explorar completamente y esa es la de la soltería.
Al inicio de la serie Sabrina ya tiene una relación con Harvey que la hace querer a renunciar a su parte mágica, pues teme que al cambiar pueda alejarse de su novio. Cuando finalmente se da cuenta que debe aceptar todas las partes de su vida para poder crecer, termina su relación con Harvey y encuentra Nick, quien la ayuda a descubrir su parte mágica y le enseña a romper las reglas para tomar sus propias decisiones. Esta segunda relación termina al final de la tercera temporada, cuando ella descubre que su novio le es infiel, por lo que asumimos que al fin la veremos aprender a estar sola y encontrar la felicidad por sus propios medios.
Si embargo al inicio de la cuarta temporada Sabrina está triste por no tener una pareja, a diferencia de sus amigos quienes parecen estar muy ocupados en sus propias relaciones para querer salir con ella. Es entonces cuando su lado de adolescente fatalista le dice que morirá sola y su desesperación por encontrar a alguien la lleva a querer fabricar su propio novio con ayuda de un conjuro.
Al final Sabrina no termina el hechizo, ya que después de embriagarse en la boda de su tía y pasar por un momento vergonzoso, se da cuenta que no está lista para una relación. Pero esto no dura mucho ya que en capítulo siguiente Nick regresa para confesarle que aún la ama y ella termina por regresar con él.
El problema con esto último no es que Sabrina haya sido capaz de perdonar a Nick, sino que nunca tuvo tiempo para estar verdaderamente soltera y descubrir cosas sobre sí misma sin la influencia de otras personas. Tener 16 años no es nada fácil, pero es esta etapa donde aprendemos a amarnos con nuestros defectos y virtudes, algo que sólo podemos descubrir estado a solas con nuestros pensamientos. Claro que esto no significa que debió despedirse de sus amigos y del amor por completo, ya que al estar soltera usualmente se tiene más tiempo para conocer a más personas, explorar nuevos pasatiempos y valorar la independencia, cosas que son importantes para madurar y posteriormente formar relaciones más sanas.
Desafortunadamente este mensaje nunca llegará a ser transmitido por la heroína, pues incluso en la muerte tuvo que estar acompañada del que sería su ‘verdadero amor’, cayendo en el cliché de los cuentos de hadas y robando a miles de fans jóvenes de una valiosa enseñanza: la felicidad la creas tú misma.
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