El actor Eleazar Gómez fue detenido la madrugada del 5 de noviembre por presunta agresión e intento de estrangulamiento a su novia, Tefi Valenzuela. A una semana de lo ocurrido sigue dando de qué hablar ya que una vez más ha puesto sobre la mesa la violencia machista que enfrentamos las mujeres.
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Y es que resulta impresionante ver lo normalizada que dicha situación en el país. Para muchos, «es uno más» que es acusado de tal delito y para otros, es «indiferente». Algunos incluso lo defienden porque «es famoso y guapo» pero se burlan de quienes lo han denunciado, llamándolas «oportunistas» o «exageradas».
Mucho de esto se debe a la forma en la que los casos de violencia son minimizados. Durante estos días, han circulado diferentes titulares en los que hablan de la vida privada del actor, como cuando entre lágrimas le pidió matrimonio a Tefi, unos días antes del ataque.
También se han enfocado en revivir una y otra vez su relación con Danna Paola o la lista de mujeres con las que ha salido dejando expuesto comentarios de usuarios que defienden su comportamiento culpando a la víctima o que «no le ven nada de malo».
Lo que se necesita es crear conciencia en torno a la violencia machista que le ha arrebatado la vida a tantas todos los días. Ni la fama, ni el talento ni el físico de Eleazar pueden ser justificación para su comportamiento.
Es increíble como hemos normalizado tanto la violencia, que no nos sorprende ver las imágenes de las heridas de Tefi o los videos con las vivencias de sus ex novias.
A muchos, les «llamó» más la atención el acné de Tefi que los rasguños y mordidas que tenía en la cara. A muchos les parece oportunismo el que Jeanette Karam o Vanessa López hayan compartido sus experiencias con Eleazar.
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No hay que olvidar que México es uno de los países con mayores índices de violencia de género y donde la justicia no llega.
Resulta terrible que figuras públicas, lejos de dar un buen ejemplo se conviertan en puntos de referencia para los mensajes erróneos y lo peor es darse cuenta de que sus seguidores son quienes terminan solapando sus malas acciones, bajo la idea de que «no es para tanto».
Es momento de tomar consciencia, de cuestionar lo que consumimos y de exigir contenidos de mayor calidad. Debemos dejar de romantizar conductas tóxicas de los famosos así como también dejar de ver como «entretenimiento» , un contenido de mal gusto que haga apología a cualquier tipo de violencia.
Mientras tanto, el actor ya está enfrentando las consecuencias en su carrera. Algunas marcas con las que trabajaba le retiraron el patrocinio. Ahora, mientras que espera a su próxima audiencia en prisión, Eleazar tuvo que ser sustituido de la telenovela La Mexicana y el Güero, según anunció el productor Nicandro Diaz
Los famosos no deben pasar por encima de la ley ni volverse intocables cuando cometen algo grave. El caso de Eleazar puede servir como ejemplo de por qué la violencia no tiene justificación alguna.
A pesar de que los casos son claros, lo siguen tomando como una broma, validan esas conductas es validarlas y por ende, perpetúan la cultura violenta en la que estamos tan inmersos.
La violencia no es un chiste y menos en un país con índices tan altos de delitos sexuales y feminicidios diarios.
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