Recientemente la actriz mexicana Geraldine Bazán desató una serie de comentarios negativos por parte de usuarios en redes sociales y medios de comunicación. Todo comenzó por una simple imagen compartida en redes sociales, en la cual conocía al hijo de su amiga Sherlyn. A pesar de que la fotografía retrataba un feliz momento para la familia de Geraldine, lo único que muchos pudieron ver, fue el aspecto de las manos de la intérprete.
PUBLICIDAD
Las críticas a Geraldine Bazán reflejan la presión para mantener la juventud
En una fotografía compartida por la famosa, aparece cargando al bebé de su amiga para conmemorar la primera vez que lo conoció. Fue en esta imagen donde muchos señalaron que sus manos parecían ser «de una mujer mayor», desatando críticas sobre su aspecto y su edad.
Más allá de la razón o la veracidad sobre el aspecto de las manos de una celebridad, el debate destapó un problema que aún en 2020, en el auge del movimiento body positive y el año en el que más se ha dado visibilidad a la importancia de la inclusión, continúa presente en la sociedad: el edadismo.
¿Qué es el edadismo?
De acuerdo con la OMS, el edadismo se refiere a la discriminación por motivos de edad, puede tomar varias formas, como actitudes prejuiciosas, prácticas discriminatorias, así como políticas y prácticas institucionales que perpetúan creencias estereotipadas. Es decir, mantener la creencia de que el envejecimiento es algo negativo y excluir, criticar o despreciar a una persona por tener edad avanzada o por mostrar signos de envejecimiento.
A pesar de que la actriz tiene tan sólo 37 años de edad, y está lejos de ser considerada una persona de edad avanzada, las críticas hacia su aspecto y el señalamiento de un proceso natural en el cuerpo como el envejecimiento, pueden tener repercusiones más graves. Cuando se discrimina a alguien por su aspecto, se le atribuyen ideas negativas acerca de su cuerpo. En el caso del edadismo, surge una aversión hacia el envejecimiento por qué se relaciona con problemas de salud, la falta de actividad física y la idea de que las personas mayores son una carga económica.
PUBLICIDAD
Todo esto, ha provocado que se cree un miedo en las personas a envejecer desde temprana edad y que se intente ocultar el deterioro natural del cuerpo por medio de productos y procedimientos que aportan una apariencia de falsa juventud.
Para combatir estas prácticas que excluyen a las personas mayores de la sociedad, es importante saber que el envejecimiento es un proceso natural del cuerpo y aceptarla como tal, dejando de lado prejuicios sobre la apariencia y las capacidades que usualmente vienen con la edad. Esto incluye, dejar de someter a artistas y celebridades a estándares de belleza poco realistas, ya que al hacer, creamos mayor presión no solo sobre ellos, sino también sobre nosotros mismos para mantener una apariencia que puede llegar a ser poco saludable.
Te recomendamos en video:
Más de este tema: