La actual duquesa de Cambridge, Kate Middleton, cumplió su anhelo de ser un miembro de la realeza británica al casarse con el príncipe William de Inglaterra y quien dentro de algunos años se convertirá en el futuro Rey.
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Pero, pocos conocen que la “dulce” Kate Middleton tuvo que realizar algunos sacrificios para cambiar su vida y dejar de ser una “mujer común y corriente” en el Reino Unido.
Kate Middleton no nació en la Familia Real, por lo que al introducirse en este nuevo mundo, tuvo que adaptarse y aprender una serie de protocolos y atender numerosas obligaciones.
La mamá de los príncipes George y Louis y la princesa Charlotte dejó atrás algunos sueños de su infancia y adolescencia, que ahora son difíciles de cumplir por sus múltiples compromisos dentro de la realeza británica y, en especial, todos los relacionados con la reina Isabel II.
El amor por la fotografía
En la adolescencia y siendo una universitaria Kate Middleton trabajó duro para lograr una carrera en la fotografía, lo cual dejó a un lado por el príncipe William.
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Su mayor sueño era convertirse en fotógrafa profesional de paisajes y la naturaleza, una actividad que le permitiría recorrer todo el mundo. Anhelo por muchos años ser una de las profesionales exclusivas de la revista National Geographic.
Pero, a pesar de que no cumplió su anhelo, Kate Middleton logró convertirse en miembro honorario de la Royal Photographic Society, un título que la misma reina Isabel II le otorgó.
Incluso, la propia Kate es la fotógrafa oficial de sus tres pequeños: George, Louis y Charlotte y sus imágenes siempre las coloca en su cuenta en Instagram.
Profesora de Literatura
Kate asistió a la Universidad de Saint Andrews, donde estudió la carrera de Historia del Arte y allí conoció al príncipe William.
Antes de la universidad durante un año sabático viajó a Chile para participar en un programa internacional de Raleigh.
Otros de sus anhelos fue el de dar clases de historia del arte a los niños que amen la pintura, pero tuvo que dejar a un lado su profesión por el amor a William.
Ahora, Kate cumple sus deseos de enseñar y sus conocimientos con sus pequeños. “Kate le habla a George y Charlotte sobre la importancia del arte y lo hace de un modo muy sencillo. Le explica las cosas como si le estuviera leyendo un libro de cuentos. Así es algo divertido para sus dos hijos más grandes”, relató, meses atrás, una fuente cercana a la familia a la revista Us Weekly.
El modelaje
Parece difícil imaginar a la duquesa Kate Middleton sin sus vestidos de firmas, sus tocados y todo perfectamente cuidado para que se note que es miembro de la realeza, pero lo cierto es que no siempre fue así.
Kate Middleton tuvo un pasado relacionado con la alta costura y nada relacionado con la vida de la realeza.
Se trata de sus días como modelo de pasarela que la pusieron en el mapa cuando aún era una desconocida.
Ella participó en un desfile de moda con fines benéficos realizado en el año 2002 y lució prendas de ropa (como un traje de baño revelador) que claramente hoy no usaría.
Pero lejos de ser una mala decisión, ese día estaba presente el príncipe William en el evento, y fue tal el impacto que ella produjo en él, que se atrevió a pedirle una cita, a la que sería su futura esposa.
Un reporte de la ABC News, asegura que William logró salir con Kate esa noche y hasta se besaron.
En una oportunidad, a Kate Middleton se le preguntó en una entrevista que si algún día se dedicaría al modelaje a lo que ella respondió, entre risas: “Fue una etapa muy divertida de mi vida, aunque me gustaba más el diseño de ropa, pero sí, si me gustaría ser modelo, aunque no se me sería permitido (…) pero es algo divertido”.
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