“Quien desarrolla amor por las mascotas, ha descubierto uno de los sentimientos más puro asociado a los afectos”; dice un viejo refrán.
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Para muchas personas amar a los animales es el sentimiento más noble de la humanidad. El amor, cuidado y respeto por las mascotas, en la mayoría de los casos, empieza desde niñez. Y este es el caso de Meghan Markle, quien extraña a uno de sus amigos más fieles e incondicionales.
Y es que la mamá de Archie extraña mucho a su viejo amigo de cuatro patas, Bogart, quién lo tuvo de dejar en Canadá en casa de una amiga cercana antes de mudarse a Estados Unidos, para comenzar una nueva vida con Archie y Harry.
Desde pequeña, Meghan ha tenido una larga lista de mascotas y, en la actualidad, ella es una fiel defensora de las especies en extinción y sus preferidos son los perros.
“Amó a los animales, en especial los perros. No puedo ir a un refugio porque me los quiero llevar a todos a mi casa y cuidarlos. Los perros son los más fieles, entienden los sentimientos de las personas y son capaces de darte felicidad en los momentos más difíciles”, dijo al exactriz hace tres años en una entrevista.
Antes de mudarse de Canadá a Estados Unidos, la mamá de Archie Harrison y compañera del príncipe Harry tuvo de tomar una difícil decisión: dejar a Bogart.
En el pasado, Meghan solía compartir muchas fotos lindas de su mascota Bogart y tenía hasta una página personal de Instagram cuando poseía el título de duquesa de Sussex.
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Un sentimiento triste
La allegada a Meghan reveló que ahora, en Estados Unidos, Meghan extraña mucho a su mascota y asegura que tomó una decisión errada cuando estuvo en Canadá.
A pesar de que los informes sugieren que Meghan mantiene intacto su gran cariño a Bogart y aún lo extraña.
La allegada aseguró que Meghan está pensando hacer un viaje express a Canadá, cuando se flexibilicen los viajes por la pandemia del covid-19, para “visitar a su viejo amigo que ella dejó en casa de unos allegados más íntimos”.
En Reino Unido, Meghan y Harry también tenían un Labrador negro, que se llama Oz. Pero el can se quedó en casa de la familia real británica.
Siguen las obras benéficas
En Estados Unidos, Meghan meses atrás patrocinó un refugio para perros de la organización benéfica Mayhew.
Aseguró que ella y su hijo Archie son los mejores amigos de los caninos. Nadie sabe si el matrimonio posee una mascota en su nueva residencia en Los Ángeles.
Dijo en el evento que “mantendremos el patrocino hacia esta organización, el mundo necesita más hogares provisionales para las mascotas necesitadas. Hago un llamado a todas las personas para que contribuyan no solo al bienestar animal sino también al bienestar compartido de todos nosotros”.