Britney Spears es sin duda una de las estrellas más grandes que ha tenido la industria pop. Se inició desde muy temprana edad en el mundo del espectáculo, participando en obras teatrales, comerciales y ambiciosas producciones como el Club de Mickey Mouse junto a otras estrellas como Justin Timberlake y Christina Aguilera.
Parecía que Britney tenía una vida perfecta y la cima del mundo a su alcance sin embargo, el camino a la fama no ha sido nada fácil y perseguir sus sueños, le han costado hasta el alma.
Desde niña, sufrió por el tormentoso matrimonio de sus padres. Contrario a lo que muchos podrían pensar, eso la convirtió en una niña introvertida y asustadiza que lloraba a escondidas, pero llegó al punto en que aprendió a aceptar su realidad.
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A medida que creció, tomó una actitud más agresiva. Aún así, nunca fue libre de los problemas en su familia, especialmente porque su madre asumió el rol de mánager. Al mismo tiempo, el alcoholismo de su padre la hizo sufrir más de lo que nadie podría imaginar.
La presión del espectáculo, las malas influencias y la caída de una princesa
El 2007 fue un punto de quiebre para Britney. La cantante fue captada entrando a una peluquería, donde se afeitó su larga cabellera. Nadie olvidará el rostro de la llamada Princesa del Pop manchado de maquillaje, con la mirada perdida y una gran tristeza. Britney destruyó un parabrisas con una sombrilla, momento que fue captado por los paparazzis.
Fue entonces cuando la cantante lo perdió todo. Su padre, James «Jamie ‘Spears, pasó a tener la custodia de su hija, como si se tratase de una niña pequeña. De este modo, él pasó a tener control absoluto de sus finanzas, así como de cada uno de sus movimientos.
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Por si fuera poco, la cantante perdió la custodia de sus dos hijos, quienes hasta ahora se mantienen bajo el cuidado de Kevin Federline.
Britney no es libre de elegir qué cantar, en qué gastar su dinero, a dónde ir o con quién salir.
Aunque en aquel momento parecía una medida «razonable» debido a su estado depresivo, hoy en día se ha convertido en un infierno para la cantante y nos pone a pensar que otros famosos hombres han pasado por situaciones similares y ellos no han sufrido las mismas consecuencias.
En 2009, un sitio de fanáticos comenzó el movimiento #FreeBritney para liberar a la Princesa del Pop de estos cuidados tan opresivos y es ahora cuando ha retomado fuerza.
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Famosos como Justin Bieber, Aaron Carter e incluso los veteranos Robert Downey Jr. y Brad Pitt, han pasado por situaciones similares, en las que se vieron sobrepasados por las adicciones y los problemas mentales. Sin embargo, aún cuando fueron captados en sus peores momentos, nunca fueron puestos bajo esa custodia tan estricta. Tampoco fueron juzgados o criticados con la misma severidad por la sociedad.
Al contrario, fueron compadecidos, perdonados por sus malas acciones y hasta tratados como héroes por luchar.
Britney ha luchado por mejorar y a través de las redes sociales ha demostrado que sigue luchando por vivir feliz. A pesar de todo, sigue siendo llamada «loca» o «enferma».
Resulta increíble pensar que a sus 38 años sigue bajo el control absoluto de su padre, sin libertad de vivir a su modo. Sí, su situación no es fácil y hay muchas cuestiones legales detrás que nadie conoce, pero el mundo sigue siendo más duro con ella que con cualquier otro.
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