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Actrices de “Las Chicas del Cable” cuentan cómo la serie impactó sus vidas y las cambió para siempre

Las actrices Ana Fernández y Ana Polvorosa, Ana Fernández y Ana Polvorosa conversaron con Nueva Mujer sobre el final de la serie.

Las actrices que interpretan a Marga, Carlota y Óscar; Nadia de Santiago, Ana Fernández y Ana Polvorosa, respectivamente, conversaron con Nueva Mujer y nos contaron cómo esta serie, que fue la primera española de Netflix, cambió sus vidas, y nos adelantan cómo vienen sus últimos capítulos: «Será una temporada muy emocionante, apoteósica, con mucha acción también, mucho correr para arriba y para abajo en tacones».

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Bajo el lema «No es por nosotras, es por todas», la última temporada de «Las chicas del cable» llega a su fin este 3 de julio, donde conoceremos cómo terminan las historias de estas mujeres que conmovieron al mundo con su valentía.

Únicas, luchadoras, aguerridas, pero sobre todo, amigas. Así son «Las chicas del cable», protagonistas de una de las series más exitosas de Netflix, que llega al final de su historia tal y como la comenzaron: juntas.

 

¿Cómo evolucionaron sus papeles a través de cada temporada?

Ana Fernández: Han evolucionado favorablemente, nos hemos vuelto más limpias, más maduras y más sosegadas en las decisiones, con más peso. Yo creo que la que más ha evolucionado sin ninguna duda de nosotras tres es Marga, porque ella ha hecho como la canción de Julio Iglesias, que ha pasado de niña a mujer.

Nadia Santiago: Ana está en lo cierto. Marga vino del pueblo como se ha podido ver a lo largo de las temporadas y acaba siendo madre en esta temporada. Sí que ha tenido una evolución. Se ha enfrentado a sus miedos, sus miedos le han dado fuerza y valor, hasta convertirse en una mujer poderosa y llena de fuerza.

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Ana Polvorosa: La verdad es que a mí me ha encantado porque ha sido un viaje súper bonito, me hubiera gustado poder desarrollarlo mucho más en algunos momentos, porque tenía mucha necesidad de contar cómo se sentía el personaje, pero la verdad es que estoy muy contenta. Al principio cuando comencé la serie no sabía por dónde iba a ir el personaje y la verdad, ha sido un súper viaje.

En la vida real, ¿son tan revolucionarias y contestatarias como sus personajes?

N: Ana Fernández lo es, (risas) es broma. Yo creo que sí, que cada una en su parcela lo es.

AP: Yo creo que todas las actrices que hemos estado en esta serie somos mujeres que en la vida real somos mujeres fuertes, luchadoras y valientes para luchar por las causas que sean necesarias.

AF: ¡Y las que no sean necesarias también! Si hay que meterse en un berenjenal, no hay problema.

¿Cuál es la mayor lección o aprendizaje que les dejan sus personajes?

N: La evolución de niña a mujer de Marga, si nos ves las caritas en la temporada uno y en esta, hemos cambiado. Son cuatro años de nuestra vida en la que nos ha pasado de todo, hemos crecido, tanto en la vida como profesionalmente. Lo que me llevo de Marga es que convierte el miedo en una gran virtud, ha convertido el miedo en motor, se ha enfrentado con miedo, pero se ha enfrentado con todo y eso es un gran aprendizaje.

AF: Pues yo rescato el que hay cosas de una persona que, normalmente cuando te vas haciendo mayor, modelas, evolucionas y avanzas. Esa madurez hace que una característica que tienes de jovencita evolucione de manera favorable. Pero hay cosas de uno que van a ser siempre así y hay que aceptarlas incluso con nosotros mismos, y los que quieran estar a tu lado también tienen que aceptarlas. Y Carlota siempre ha mantenido esa esencia, no es que de repente ella fuera cobarde y después valiente o viceversa, ella siempre ha mantenido una línea y ha sido muy fiel, obviamente la primera temporada se tomaba las cosas de una manera y en la última de otra, esa es la madurez que ha cogido el personaje. Pero esa esencia de ese fuego que ella tiene dentro, cómo lo mantiene hasta el final en cada aspecto de su vida, en el terreno pasional de su relación con Óscar, en lo que ocurre en su relación con sus amigas, en las injusticias que ella ve en el exterior. Ella mantiene ese fuego y, aunque tuviera 60 años, seguiría exactamente igual. Lo que he aprendido es que cuando tienes algo con lo que no haces daño a nadie y que marca mucho tu personalidad y crees en ello firmemente porque crees en ti, tienes que cuidarlo y mantenerlo siempre.

AP: Me llevo muchas cosas de mi personaje la verdad, me llevo, en primer lugar, esa fortaleza y valentía para luchar por algo, por conseguir algo, por estar en paz con lo que eres y cómo te sientes. Esa valentía para no tener miedo ni esconderte. Me llevo un montón de cosas la verdad, como su sensibilidad y su manera de percibir las cosas. Con el personaje he ido un poco a la par, y me he ido dando cuenta de su percepción de las cosas y de entenderlas de una determinada manera. A medida que tenía escenas un poco más complicadas o un poco más delicadas, más íntimas del personaje, pues yo también he aprendido a descubrirme más y a confiar más en mí y he crecido mucho con el personaje.

¿Qué diferencias encuentran entre la homofobia de la época en la que transcurre la serie y en la actualidad?

AP: Es la primera vez que nos preguntan esto.

AF: Yo creo que la base es la misma, el sentimiento es el mismo, es una falta de entendimiento y un egoísmo de ideas, que viene mucho a raíz de las creencias, costumbres y cultura que tenga cada uno. Ahora, obviamente, está mucho más abierto, si ahora hay 20 ideas en ese momento habían tres. Antes, la religión y las creencias y lo que te enseñaban malamente dentro de esto tenía mucho poder y fuerza. Ahora se ha ido equilibrando un poco y tú puedes tener una creencia de algo, pero respetar lo otro. Porque ahora hay más diversidad, sobre todo las generaciones que han vivido esto. Cuanto más aparecen nuevas generaciones, más acostumbrados están a naturalizar todo ese tipo de temas, de la homofobia, del divorcio, de hogares homoparentales. Las nuevas generaciones son un poco la esperanza y las anteriores, en este caso, nuestros padres y abuelos, han hecho muchos un gran esfuerzo de haber crecido con una serie de ideas y abrirse y cambiarlas, que creo que es lo más difícil.

¿Qué les parece visibilizar a las mujeres y sus luchas?

N: A mí, personalmente, me ha hecho tomar conciencia de la figura de la mujer porque lo has estudiado y lo has podido sentir en alguna ocasión, pero en el momento en el que te sumerges en un personaje empatizas mucho más. Me ha hecho tomar mucha conciencia la verdad, de la figura de la mujer y lo que ha sufrido también. Entonces agradezco a “Las Chicas del Cable”. Me emociona mucho recibir mensajes en redes sociales de gente muy joven, yo tengo 30 años y creo que es algo que es nuestro. Nos hemos dado cuenta que las generaciones están súper concientizadas. Creo que queda mucho camino todavía, obviamente hemos evolucionado, pero tenemos niñas de 14 y 16 años que nos escriben y nos dicen “qué fuerza me da la serie para empoderarme a luchar por lo que quiero”. Me pone feliz que la serie haya funcionado para darme conciencia y para dar conciencia.

AF: Al final, los actores, de cada personaje nos llevamos algo. Cuando te pasas tanto tiempo interpretando se vuelve un poco parte de ti y cuando lo dejas y cierras ese ciclo, hay cosas que las coges porque tenemos que tener un nivel de empatía total. En mi caso con Carlota, no ha sido un personaje tan complejo como el de Ana (Polvorosa) en que es algo completamente diferente a ella. Es algo que probablemente no le suceda nunca, pero ella va a empatizar con eso, entonces es algo muy de valorar de cómo hemos salido medianamente sanas mentales del proyecto.

¿Cómo se toman el reconocimiento de la comunidad LGTBI, y la representación que han dado en esta serie?

AP: Para mí ha sido un lujazo, al final siempre he intentado interpretar al personaje desde el absoluto respeto, cariño, amor, entendimiento y sin juzgar absolutamente en nada. Y, por supuesto, me deja muchísimas cosas, me deja todo. Me deja un aprendizaje brutal como actriz pues he pasado por momentos y he vivido situaciones en mi piel que no me podía imaginar que fuera a llegar a vivirlas. Estoy orgullosa de que también se dé cabida, y que se pueda visibilizar, porque al final, cuando cuentas historias variadas y diversas, que es lo que ocurre hoy en día, pues también hay que normalizar, hablar y contar. Yo creo que al final, nuestra profesión también trata un poco de eso, de poder mostrar casos que pueden ser reales en un momento dado. Todo lo que sea visibilizar es bueno porque la persona que lo ve tiene curiosidad por saber de qué va esto. Entonces, ya sea en cine, en TV o en teatro, nuestra profesión es preciosa, precisamente por eso, porque podemos mostrar cualquier parte de la vida de la manera que sea.

N: Es importante por lo que dice Ana, porque se normaliza y se hace natural algo que se ha entendido que no lo es.

AP: Claro, si estás contando historias de un hombre y una mujer, cómo se quieren y tienen una familia con cuatro hijos, pues al final el espectador que va a ver todo el rato eso, pues se va a quedar ahí en esas cuatro paredes. Cuando de repente, das cabida a una cosa diferente que no está tan normalizada le das visibilidad y les das espacio, lo que es muy importante.

¿Pensaron que la serie penetraría tanto en el mundo, sobre todo en Latinoamérica, y que se harían tantas temporadas? ¿Cómo se toman ese éxito?

AF: Partiendo de la base que iba a ser la primera serie de Netflix en España, algo de relevancia esperábamos. Más que nada esperábamos algo simplemente por ser las primeras. Pero luego además gustó y ha gustado en el tiempo, y se ha mantenido el público muy fiel a la serie, que eso es lo más difícil de conseguir con un proyecto a largo plazo. De repente meter un petardazo es más fácil, la cuestión es luego cómo te mantienes con cuatro años y seis temporadas, esa fidelidad que ha tenido el público con nosotros en todo el mundo, y de esperar las temporadas y vivirlo con mucha emoción. Y en ese sentido el público de “Las Chicas” es súper fiel, lo que es de valorar y agradecer de nuestra parte.

N: Cuando empiezas un proyecto no piensas mucho en la repercusión, porque tienes que desarrollar el personaje y otras cosas muy importantes en las que pensar para sacarlo adelante. Pero todo lo que ha pasado con “Las Chicas” ha sido un regalo a nivel mundial gracias a Netflix.

AP: Yo creo que no terminamos nunca de ser conscientes de eso. Estás en tu ciudad haciendo tu trabajo con todo el amor del mundo, pero no eres muy consciente. A veces te das cuenta cuando recibes un mensaje por redes sociales de otras ciudades o países, o cuando tienes promoción y haces una entrevista desde Chile, eres un poco más consciente. En ese aspecto yo no termino de ser muy consciente. Cuando me comentan que se está viendo en un montónn de sitios dijo: ¡Joder!

N: Cuando viajas a veces notas que es real. El año pasado estuvimos en México porque la serie estuvo nominada a los Premios Platino y Blanca (Suarez), también estuvo nominada y se lo llevó. Y ahí me acuerdo que los periodistas hablaban del fenómeno de: “¿qué se siente trabajar en un fenómeno como Las Chicas del Cable?” y nosotras era como: “ostias que va en serio, que aquí se ve”.

AF: ¡No nos están engañando los de marketing! (risas).

Por último, ¿por qué no nos podemos perder la última temporada de Las Chicas del Cable y qué nos pueden adelantar?

AF: ¡Sí han estado cuatro años apoyándonos y creyendo en estas chicas, hay que acabar a lo grande para pasar a engancharse a otra serie de chicas que seguro habrá en el futuro!

AP: De la historia de Carlota y Óscar, han tenido ahí sus altibajos por situaciones que ocurren. La situación en esta temporada para Óscar tampoco es fácil, tiene que volver a ser mujer entre comillas por la situación política entonces eso conlleva a que la relación entre Carlota y Oscar esté un poco inestable. La base es la base y se respetan, se quieren, se valoran y están orgullosos el uno del otro y yo creo que eso es lo más importante que el amor está ahí y que bueno no creo que ningún obstáculo que haya en el camino pueda con ese amor que se tienen.

AF: ¡Qué bonito!

AP: ¡Me ha quedado bonito!

N: Estos capítulos para Marga serán muy intensos, como es ella. Nos encierran en un campo de concentración y te puedes imaginar lo que vamos a vivir ahí, yo embarazada a punto de dar a luz, y sobre todo, van a ser cinco capítulos de lucha unida más que nunca, que ahora sí que sí la lucha es en comunidad. Ya no somos solo nosotras, sino que todas las mujeres que estamos en ese campo y va a ser una temporada de lucha en comunidad. Será una temporada muy emocionante, apoteósica, con mucha acción también, mucho correr para arriba y para abajo en tacones.

 

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