Silvia Pinal lo tuvo todo pero también perdió mucho, pues pasó por grandes pérdidas que hoy día siguen atormentando a la llamada ‘Dinastía Pinal’.
La muerte de su hija Viridiana Alatriste, sin duda fue un parteaguas en su vida pues apenas tenía 17 años.
Viri estaba comenzando con su carrera y era muy querida por todos. Destacaba por su belleza y personalidad, además de que tenía en puerta proyectos muy prometedores.
«He decidido que quiero ser actriz como Silvita y tú», fueron las palabras que pronunció al decidir su camino, según relata su madre.
SIlvia Pinal estaba negada a que su hija incursionara en el mundo de la actuación pero finalmente accedió. «Pero eso sí, si no te gusta, no me vengas a llorar», le advirtió.
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Viridiana murió un lunes 25 de octubre de 1982. La joven iba de regreso a casa de una fiesta con el elenco de ¡Cachún-Cachún Ra ra!, programa en el que participaba. Su auto salió de la carrera hacia un barranco y al no llevar el cinturón puesto, salió proyectada de este, recibiendo un fuerte golpe en la cabeza. Su muerte fue instantánea y fue su hermana Sylvia Pasquel, quien reconoció el cuerpo. Silvia Pinal pidió que no se le hiciera ninguna autopsia a su hija, pues quería mantener su cuerpo intacto.
Mañana es primavera
En aquel entonces Silvia y Viri grababan la telenovela Mañana es primavera por lo que su muerte marcó de forma importante la historia.
A pesar del dolor, para Silvia «el show tenía que continuar». Pero mientras que se había planteado la idea de buscar un reemplazo, la actriz hizo una emotiva adaptación al guión para «justificar» la ausencia de su hija.
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La actriz no quiso mencionar la muerte de su hija en la telenovela, por lo que recurrió a una paloma blanca, simbolizando a su fallecida hija y diciendo que «Laura» (personaje de Viri) se había ido de viaje.
La actuación de Silvia en dicha escena se convirtió en uno de los momentos más emblemáticos de la televisión mexicana, pues habló con gran naturalidad y sentimiento, además de que en ningún momento se quebró.
«La vida no se detiene, el que se detiene es uno», dice.
«…Aquí donde lloré un destino de soledad que nadie ha buscado. Aquí donde murió un hermoso proyecto. aquí donde encontré un hermoso final a un poema triste. Desde este espacio donde una noche se convirtió en un laberinto donde se perdieron todas las respuestas a este mundo enfermo (…) Yo le daré las gracias a pesar de todo por haberme permitido el dolor y una caricia, por haberme permitido caer desde mil metros para enseñarme a que me podía levantar diez centímetros (…) Gracias mundo, gracias vida»
Además, en la escena final, Silvia lee una carta que su hija le escribe en la historia pero es claro que es la forma simbólica en la que la actriz se despidió de Viri.
«Querida mamá: no sé cómo empezar para decirte lo inmensamente feliz que fui; lo inmensamente joven que fui a veces. Cómo aprendí a querer cada gesto tuyo y cada una de las cosas que me dijiste».
Mucho se dijo que Viridiana había presentido su muerte pues en la última escena que grabó, se despide de su propia habitación.
Mañana es primavera era una de las telenovelas más populares del momento y era producida por la misma Pinal. El elenco estaba conformado por Ramiro Oliveros, Lizzeta Romo, Gabriela Araujo, Gustavo Rojo, Rafael Sánchez Navarro.
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