Después de la lamentable muerte de Eduardo Palomo en 2003, y posterior fallecimiento de tres reconocidas actrices que participaron junto a él en varias telenovelas, fue inevitable para la audiencia intentar encontrar un nexo entre esas eventualidades.
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Y de ahí se erigió al actor como protagonista de varios desafortunados eventos que iniciaron el 6 de noviembre de 2003. Ese día el también cantante se encontraba comiendo en Los Ángeles cuando perdió la vida a causa de un infarto a penas a sus 41 años.
El público mexicano lloró su muerte después de alcanzar la fama absoluta gracias a Corazón Salvaje (1994), un dramático que interpretó junto a Edith González y Ana Colchero en el personaje de Juan del Diablo, que marcaría un antes y después en su carrera.
Más adelante llegaron más ofertas de trabajo, completando un portafolio cargado de decenas de películas, novelas, obras de teatro y hasta un álbum musical. Sin embargo, otras tragedias le darían la infame reputación de tener una maldición a cuestas.
El origen del mito de Eduardo Palomo
Dos años después de la muerte de Palomo, Mariana Levy, quien trabajó con él en La pícara soñadora, murió igualmente de un ataque al corazón en medio de un susto por un intento de asalto.
La coincidencia fue llamativa para los seguidores del espectáculo local quienes empezaron a soltar ciertos rumores, de acuerdo con el reporte de Milenio.
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Otras tristes pérdidas
Sin embargo estos crecieron exponencialmente luego que su compañera de Alcanzar una estrella II (1991), Lorena Rojas, falleció a los 45 años en Miami en 2015 después de combatir el cáncer de mama.
Posteriormente también ocurrió el deceso de Edith González, el 13 de junio del 2019, como consecuencia del cáncer de ovarios que padecía.
Para los creyentes de este tipo de conexiones místicas todo esto fue motivo suficiente para creer que al actor le persiguía una maldición y terminó perjudicando a sus colegas.