Bárbara Mori protagonizó una de las telenovelas más famosas de todos los tiempos, Rubí, con el que alcanzó reconocimiento internacional y además le dio proyección para tomar decenas de proyectos más.
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Pero la actriz uruguaya de 42 años tuvo una existencia anterior muy dura que para nada fue feliz o una época luminosa en su vida, todo lo contrario.
Desde muy pequeña, sintió la necesidad de buscar un lugar «seguro» que la alejara de la realidad «oscura, triste, alejada del amor» que le tocó vivir en su infancia, así lo confesó en una charla TED publicada el pasado 14 de abril.
La dura historia de vida de Bárbara Mori
Su primer contacto con los medios fue haciendo comerciales y fue allí cuando supo que quería ser actriz, por lo que poco a poco comenzó a estudiar actuación.
«Durante 10 años estuve actuando en telenovelas sin parar y, en medios de todos esos proyectos, luchaba por encontrarme, no era muy consciente del por qué de mi enojo contra la vida y mi necesidad de demostrar, no solo a los demás sino también a mí misma que yo tenía algún valor», reconoció la artista.
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«Al crecer rodeada de golpes y abusos psicológicos se generó en mí la creencia de que yo no era lo suficientemente buena en nada como para haber merecido el amor de mis padres, y creía que no merecía el buen trato de nadie», confesó.
En medio de este estado emocional, le llegó la oportunidad de su vida: Rubí. El cual tampoco la hizo feliz en su momento, se sentía desdichada y sola en las grabaciones.
«Rubí fue el proyecto más importante de momento, me trajo una proyección internacional que nunca imaginé. Era poseedora de esas tres cosas que según la sociedad te llevan a la felicidad, era famosa, exitosa y me pagaban muy bien. Sin embargo yo llegaba a mi camerino, cerraba ms puerta, me miraba al espejo y me ponía a llorar», confesó, a pesar del éxito que la rodeaba.
«Me sentía sola, vacía, triste, lo cual me llevó a tener una profunda reflexión. Ni todo el dinero, ni todo el éxito jamás nos llevará a la felicidad si por dentro estamos rotos» , enfatizó.
Después de esa experiencia empezó a trabajar en sí misma, incluso rechazando proyectos después de esa novela: «Empecé a alimentar el amor que hay en mí y eso me llevó a entrar en contacto con mis emociones y poco a poco empecé a tomar otro tipo de decisiones, lo cual me empujó a vivir nuevas aventuras. Mis creencias se han ido reemplazando por experiencias de vida».
Bárbara Mori prefirió trabajar en su crecimiento personal en lugar de «llenar sus bolsillos» con riqueza material.
«Vivir la vida a través del corazón nos muestra un camino más amoroso, nos conecta con nuestra sabiduría interna que nunca se equivoca», sostuvo.